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BELFAST

Sinn Féin pide a Londres y Dublín que actúen frente al bloqueo unionista

El norte de Irlanda se acercaba anoche a la repetición de las elecciones por el bloqueo a las instituciones autónomas que los unionistas mantuvieron hasta el último momento. Sinn Féin, que debe liderar el Gobierno compartido, pidió a Londres y Dublín una respuesta conjunta a este veto. El últimátum de Londres para convocar elecciones acababa a medianoche.

La ministra principal norirlandesa designada, Michelle O’Neill, con el grupo de Sinn Féin.
La ministra principal norirlandesa designada, Michelle O’Neill, con el grupo de Sinn Féin. (Paul FAITH | AFP)

La vicepresidenta de Sinn Féin y ministra principal designada en el norte de Irlanda, Michelle O'Neill, reclamó ayer un «enfoque conjunto» entre Londres y Dublín para enfrentar el bloqueo unionista de cara a la formación de un Gobierno compartido.

O’Neill atribuyó al líder del Partido Unionista Democrático (DUP), Jeffrey Donaldson, un «fracaso de liderazgo» y le reprochó que sus acciones han dejado al norte de Irlanda a merced de un Gobierno británico «disfuncional y despiadado» al que «solo le importa su propia supervivencia».

El bloqueo abocaba a la repetición de las elecciones si Londres no ampliaba el plazo que concluía a medianoche para lograr un acuerdo.

Las reticencias unionistas al reparto de poderes contemplado en los acuerdos de paz de 1998 aumentaron tras la victoria histórica de Sinn Fein en las elecciones de mayo y por su rechazo al protocolo establecido en el pacto del Brexit para el norte de Irlanda.

El DUP ha dejado claro hasta el último momento que no desbloqueará las instituciones ni nombrará ministros si no se revisa el protocolo acordando su cambio con Bruselas o con un cambio unilateral por parte de Londres.

El último intento del nuevo ministro británico para Irlanda del Norte, Chris Heaton-Harris, para que las partes acercaran posturas incluía un ultimátum que expiraba a medianoche de ayer, con la esperanza de que los unionistas no quisieran volver a las urnas. Según la BBC, sin acuerdo de último momento se convocarán nuevas elecciones, previsiblemente el 15 de noviembre.

El primer ministro británico, Rishi Sunak, intentó convencer al DUP alegando que «los ciudadanos de Irlanda del Norte se merecen una Administración con plenos poderes y elegida a nivel local, que responda a los problemas a los que se enfrentan». A pocas horas de que se cumpliera el plazo y poco antes de que la Asamblea de Belfast se reuniera por cuarta vez, insistía en que «aún hay tiempo» para evitar los comicios. Sin siquiera haber facilitado la elección de la mesa del Parlamento, Donaldson dejó claro que no variarán sus posiciones hasta que no haya una «acción decisiva» sobre el protocolo del Brexit, y que estaban dispuestos a repetir las elecciones.

El protocolo que el DUP y Londres rechazan

El Protocolo para el norte de Irlanda es un texto negociado entre Londres y Bruselas como parte del acuerdo del Brexit para resolver la cuestión de la frontera del norte de Irlanda con el resto de la isla, proteger la integridad del mercado único europeo y evitar una frontera terrestre que rompa los acuerdos de paz de 1998

Su funcionamiento supone controles sobre las mercancías procedentes de Gran Bretaña en la costa, a su llegada al norte de Irlanda, en lugar de en la frontera con la República. Mantiene así al norte dentro del mercado común y la unión aduanera de la UE.

Suscita problemas para Londres y los unionistas. El Gobierno británico ve problemas de suministro y una amenaza al Acuerdo de Viernes Santo por el rechazo unionista. Los unionistas denuncian que representa, de facto, la reunificación irlandesa que quieren los republicanos, sobre todo tras la victoria de Sinn Féin en las elecciones. Algunas empresas se quejan de nuevos trámites y otras se felicitan por el acceso al mercado europeo. Su aplicación no ha sido total y se han establecido algunos periodos de excepción en los controles.

A nivel internacional el rechazo británico a llegado al extremo de elaborar una ley para revertir unilateralmente las disposiciones aduaneras pactadas con la UE, a la que acusa de falta de flexibilidad por no querer renegociarlo. La UE ha lanzado procesos de infracción por el incumplimiento de un tratado firmado por ambas partes, aunque sigue neogicando con Londres. GARA