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Lula, a un paso de una nueva etapa en el Gobierno con el recuento casi cerrado

En una jornada marcada por la actuación de la Policía Federal de Tráfico, que obstaculizó el voto en zonas favorables a Lula da Silva, el recuento, casi finalizado al cierre de esta edición, apuntaba a una victoria del candidato del PT por un muy estrecho margen.

Seguidores de Lula da Silva siguen, sonrientes, el recuento electoral. (Pablo PORCIUNCULA | AFP)

Con el recuento de los votos casi finalizado, el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aventajaba en algo más de un punto al ultraderechista Jair Bolsonaro, que pugnaba por mantener el cargo contra pronóstico y cuya respuesta ante una eventual derrota ha sido una incógnita en todo el proceso electoral.

Según los datos divulgados por el Tribunal Superior Electoral brasileño, con el 97% de los sufragios escrutados, Lula da Silva lideraba el recuento con un 50,74% de las papeletas, frente a un 49,26% de su adversario. Más de un punto porcentual, que no dejaba de ser una renta exigua pero que parecía garantizar a última hora de la noche la victoria del candidato del Partido de los Trabajadores.

«Hoy es un día muy importante para el pueblo brasileño porque hoy el pueblo está definiendo el modelo de Brasil que desea, el modelo de vida que quiere», había manifestado el propio Lula a primera hora, cuando acudió votar, y lo reñido de la votación da muestra del carácter histórico de la jornada.

Escandalosa actuación policial

La cita electoral, que ya se presumía reñida, estuvo condicionada seriamente por la actuación de la Policía Federal de Tráfico de Brasil (PRF, por sus siglas en portugués) que llevó a cabo al menos 514 intervenciones de fiscalización de vehículos que realizaban transporte público para electores en zonas consideradas favorables a Lula da Silva. La PRF habría así incumplido una orden expresa del Tribunal Superior Electoral, según los datos de control interno de la propia PRF citados por “Folha de Sao Paulo”.

En concreto, el presidente del TSE, Alexandre de Moraes, prohibió el sábado que la PRF realizara cualquier operación relacionada con el transporte público para no entorpecer la votación. En este sentido, y mientras se realizaban estas operaciones, desarrolladas principalmente en el noreste del país y denunciadas por los propios electores en redes sociales, Moraes instó al director de la PRF, Silvinei Vasquez -que ha apoyado públicamente a Bolsonaro-, a interrumpir de inmediato ese tipo de actuaciones bajo la amenaza de multa, suspensión de funciones y arresto.

Con todo, y pese a la polémica, que causó «gran preocupación» entre los observadores internacionales, De Moraes descartó ampliar el horario. «La votación termina a las 17.00 horas según lo programado, sin problema», señaló.