GARA
SARM EL SEIJ

La ciudadanía se moviliza en varios países por la justicia climática

Miles de personas se manifestaron ayer en diversos países del mundo para pedir justicia climática y energética, mientras Egipto acoge la Cumbre del Clima (COP27), donde se evidenció el triple conflicto entre la agricultura, el cambio climático y la alimentación.

Activistas medioambientales protestan en Sarm el Seij.
Activistas medioambientales protestan en Sarm el Seij. (Joseph EID | AFP)

Numerosas ciudades del mundo fueron ayer escenario de protestas para reclamar a los líderes mundiales justicia climática y energética, y protección a los derechos humanos, coincidiendo con la celebración de la Cumbre del Clima (COP27) en la ciudad egipcia de Sarm el Seij. Medio millar de activistas climáticos consiguieron burlar las medidas de seguridad y entrar en el recinto -tras un «consenso mayoritario» de no emplear el espacio habilitado por la Presidencia de Egipto para las protestas- para exigir compromisos de financiación para reparar los daños y las pérdidas ocasionadas por los impactos climáticos, así como mantener el objetivo de no superar el grado y medio de calentamiento del planeta.

Entre las múltiples movilizaciones destacó la de unos 2.200 activistas que protestaron contra la prevista demolición del pueblo alemán de Lützerath (Renania del Norte-Westfalia) para proceder a la explotación de una mina de lignito a cielo abierto. En el Estado español, varias ciudades, entre ellas Bilbo e Iruñea, se sumaron a las protestas con concentraciones o pedaladas reivindicativas.

Triple conflicto

Mientras, en la Cumbre del Clima quedó en evidencia ayer el triple conflicto entre la agricultura, el cambio climático y la alimentación, ante el difícil equilibrio entre la necesidad de alimentar al planeta y lograr producir sin dañar el medio ambiente.

Delegados y activistas presentaron sus casos y alertas ante una situación compleja, y las autoridades anunciaron programas e iniciativas para paliar algunos de los efectos que la emergencia ambiental está ya causando en pequeños productores agrícolas de los países menos desarrollados, que son los que más sufren los efectos del clima.

Con el telón de fondo de una población global que está a punto de llegar a los 8.000 millones, los debates se centraron en la necesidad de transformar los sistemas de producción agropecuaria para alimentar a todos.

Adaptar la agricultura a prácticas más sostenibles es una de las propuestas más compartidas en la COP27 para reducir las emisiones de metano, cuyos registros no dejan de subir desde hace 15 años y que el pasado 2021 alcanzaron máximos históricos, según datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).