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BALONCESTO

Los bilbainos llegan vivos al final, pero el líder revive en el infierno

El Real Madrid se tuvo que sobreponer a un partido mágico de Ludde Hakanson, al gran ambiente que se formó en un Bilbao Arena a reventar con llenazo de 10.000 espectadores y a un heroico Surne Bilbao Basket que lo intentó hasta el final.

Kyser intenta encestar ante la defensa blanca. (Aritz LOIOLA | FOKU)

«Amaiera. No es morir con las botas puestas, porque seguimos muy vivos. Es luchar hasta el final. Eskerrik asko Miribilla! Lo hemos rozado juntos». Así rezaba la cuenta de Twitter de Surne Bilbao Basket nada más acabar el encuentro ante el líder Real Madrid. Y no es para menos, porque los hombres de negro estuvieron muy a la altura de un líder Real Madrid que se tuvo que sobreponer a un partido mágico de Ludde Hakanson, al gran ambiente que se formó en un Bilbao Arena a reventar y a un heroico Bilbao Basket.

Fue un choque tremendo, con el conjunto de Chus Mateo buscando continuamente escaparse en el marcador aprovechando su superioridad en el rebote (34-44, 11-18 en los ofensivos) y los de Jaume Ponsarnau respondiendo de la mano de Hakanson (29 puntos y 33 de valoración) en los tres primeros cuartos y de Adam Smith (19) en el último.

Con esta victoria el Madrid apuntala un liderato en el que se sigue encontrando en solitario, mientras que al Bilbao Basket la derrota podría descabalgarle de los puestos de Playoff y de Copa en los que inició esta 13ª jornada.

Hakanson contraatacó a la canastas de Tavares para poner 14-13 por delante a su equipo, aunque los visitantes terminaron cinco arriba (16-21) porque Yabusele y Rudy reaccionaron con un 0-8 en un visto y no visto.

El Madrid amplió ese parcial hasta un 2-16 que parecía empezar a sentenciar el encuentro al inicio del segundo cuarto (16-29). Pero Hakanson seguía imparable y además empezó a encontrar a Kyser bajo los aros y los de negro encadenaron un 21-7 que de nuevo se pusieron por delante (37-36) y un 24-9 que le dio dos puntos de ventaja (40-38) hasta que se fueron 42-42.

En el tercer cuarto, Sergio Llull volvió a ser el mago y, con un triple sobre la bocina, puso a su equipo 58-59 por delante para afrontar el último y definitivo cuarto, donde apareció “Tortuga” Deck, que solucionó el embrollo en el que se veía el Madrid. Fueron claves los cinco puntos seguidos que pusieron a los blancos 77-82 a 1.48 del final. Aunque Smith acercó de nuevo a los bilbainos (80-82), Llull cerró el duelo con tres tiros libres.