Las autoridades chinas decidieron dar un giro a su estrategia de «covid cero» y comenzaron a suavizar las restricciones sanitarias a principios de mes, después de la ola de protestas que reflejó el hartazgo de la sociedad. El levantamiento de las limitaciones ha disparado los contagios en el gigante asiático, lo que está causando alarma fuera de sus fronteras, que se reabrirá el 8 de enero, por miedo a que se generen nuevas variantes del virus SARS-CoV-2.

La Comisión Nacional de Salud china ha dejado de publicar el número diario de casos, pero autoridades de varias ciudades y medios calculan que en las últimas semanas se han contagiado cientos de miles de personas, mientras algunos hospitales están sobrecargados y cerca del colapso.

El epidemiólogo jefe del Centro de Control de Enfermedades de China, Wu Zunyou, declaró ayer que la ola de contagios de covid que sufre el país ya «ha llegado a su pico» en algunas zonas como Pekín y sus alrededores, las regiones centrales de Sichuan y Chongqing y provincias meridionales, donde la expansión ha sido «muy rápida».

Con el virus circulando casi libre entre una población de 1.400 millones, la mayoría carente de la inmunidad que da la infección previa y muchos sin vacunar, otros países y expertos temen que China sea terreno fértil para nuevas variantes. Antoine Flahault, director del Instituto de Salud Global de la Universidad de Ginebra, advierte de que cada nuevo contagio aumenta la posibilidad de que el virus mute.

En los últimos tres meses han sido detectados en China más de 130 derivados de la variante ómicron, aunque ninguno provoca síntomas severos. Pero no se descartan nuevas olas o que las variantes futuras sean más peligrosas.

Este final abrupto de la política «covid cero», la reapertura de las fronteras de China y la eliminación de la necesidad de cuarentena han generado preocupación y desconfianza, y varios países, como Italia, EEUU, Japón, India o Malasia, han empezado ya a exigir un test negativo realizado 48 horas antes a viajeros procedentes de China para ingresar en sus territorios.

La Comisión Europea, por su parte, subrayó la importancia de la «coordinación» de las medidas estatales entre los Veintisiete para afrontar la situación sanitaria ante la ola de contagios en China.