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La abstención de los ultras republicanos a la decimoquinta permite elegir a McCarthy

El republicano Kevin McCarthy fue elegido en el decimoquinto intento, en la madrugada de ayer, presidente de la Cámara de Representantes al término de una semana disparatada en la que la rebelión del ala ultraderechista ha evidenciado la fractura en el Partido Republicano.

Kevin McCarthy, tras ser elegido «speaker». (Olivier DOULIERY | AFP)

Kevin McCarthy fue elegido finalmente en la madrugada de ayer presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos tras 15 votaciones, después de que tras convencer a un número suficiente de congresistas ultras de su propio partido, los seis más díscolos, se abstuvieran, lo que le otorgó el cargo automáticamente al rebajar el número de votos necesarios para ser elegido.

Igual que en la votación previa y a diferencia de las trece primeras, los republicanos rebeldes no presentaron candidato alternativo y McCarthy se batió con el líder demócrata en la Cámara, Hakeem Jeffries, que recibió 212 votos.

La última ronda se produjo después de una penúltima con momentos tensos entre McCarthy y el ultra Matt Gaetz, aliado de Donald Trump, que frustró su elección al decidir abstenerse cuando el legislador de California rozaba la victoria a falta de un voto.

Así las cosas, el congresista por California se convierte en speaker con un liderazgo cuestionado, pero con la firme intención de convertirse en el azote del demócrata Joe Biden en sus dos últimos años de mandato en la Casa Blanca.

Las diferencias entre sus partidarios -agrupados bajo la etiqueta Only Kevin (Solo Kevin)- y sus detractores -Never Kevin (Kevin jamás)- refleja las rencillas internas que deberá intentar conciliar.

Miembros del Freedom Caucus, que forman parte del ala más ultraderechista del Partido Republicano, consideran a McCarthy timorato, poco solidario con Trump y falto de convicciones, y le echaban en cara no haber negociado con ellos una reforma del reglamento de los debates ni los nombres para liderar los comités del Congreso en la nueva legislatura.

Pero para lograr el apoyo de 14 de los 20 republicanos díscolos y la abstención de los seis más reacios -a los que finalmente logró convencer Trump- ha tenido que hacerles concesiones como poder de hacer una moción de censura contra el presidente de la Cámara, varias sillas en el Comité de Reglas, que se garanticen votaciones sobre temas fronterizos, la presidencia en varios subcomités y tener relevancia dentro del Comité de Asignaciones, uno de los más poderosos del hemiciclo.

Tras su elección, todos los congresistas jurarán su cargo y comenzará la nueva legislatura de dos años. El presidente de la Cámara de Representantes, conocido speaker, es la tercera autoridad del país tras el presidente y la vicepresidenta -que también preside el Senado-, y entre sus funciones está fijar gran parte del calendario legislativo, decidir qué proyectos se votan y cuándo.