La CAV mide por primera vez su «antigitanismo» y constata que es algo estructural
En Araba, Bizkaia y Gipuzkoa pervive un antigitanismo estructural. Y la sociedad es consciente de ello. Esta es una de las principales conclusiones de la investigación “Neurtu 2022”, realizada por Ikuspegi. Es la primera encuesta y estudio sobre percepciones y actitudes hacia las personas gitanas.
Beatriz Artolazabal, consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, resaltó que «gracias a la consciencia social, conseguiremos frenar esta discriminación».
Según este estudio, menos del 40% aceptarían vivir en el mismo barrio o bloque en el que vivan muchas personas gitanas, mientras que otro 40,9% intentaría evitarlo y el 15,3% rechazaría este supuesto de relación. Además, algo más de cuatro de cada diez personas reconocen que evitarían alquilar o no alquilarían su vivienda a una persona gitana.
En lo laboral, casi tres de cada diez declaran que si tuvieran que contratar a alguien evitarían contratar a personas de esta etnia.
El 40% de la población declara haber sido testigo de comentarios negativos sobre gitanos, mientras que más del 34% dice haber presenciado burlas, bromas, o imitaciones.