El espíritu madridista que siempre resurge visita La Catedral

El conjunto blanco está atravesando un bajón de resultados y sus estrellas tampoco están ofreciendo su mejor versión. Pese al peaje mundialista o el relevo generacional que se avecina, se presenta en San Mamés tras firmar su última remontada en Copa.

El Real Madrid volvió a demostrar su hegemonía mundial a nivel de clubes en 2022. Se hizo con su quinto título de Champions en la última década, ganó la Liga con autoridad y se llevó la Supercopa y la Supercopa de Europa. Tan solo perdió la eliminatoria de Copa ante el Athletic en San Mamés.

«El espíritu de Juanito», aquel futbolista que protagonizó grandes remontadas en los setenta y ochenta y falleció en un trágico accidente de coche, pervive y siempre reaparece en el momento oportuno. Las victorias en Champions contra los clubes que le discuten su poderío económico en el panorama internacional pusieron sobre la mesa que el conjunto blanco se encuentra un peldaño por encima del resto. Demostraron ser más competitivos y no rendirse nunca. Dejaron en la cuneta a PSG, Chelsea y Manchester City en el Bernabéu y en la final se impusieron al Liverpool.

Al mismo tiempo, Florentino Pérez no ha dejado de cuadrar las cuentas con la rehabilitación del estadio y la remodelación de su plantilla. Sin embargo, la columna vertebral compuesta por Modric y Kroos en el medio campo y Benzema en punta se ha mantenido. Sin olvidar a Courtois, las paradas del portero belga fueron decisivas para sellar ese camino triunfal.

Cristiano Ronaldo, Sergio Ramos y Gareth Bale se marcharon, al igual que Varane o Casemiro este verano al United. En su lugar fueron entrando jóvenes valores como Fede Valverde, Militao, Vinicius, Rodrygo, Tchouameni, Camavinga y jugadores curtidos como Alaba y Rudiger para la defensa.

La veteranía es un grado, pero las esfuerzos se pagan con el paso de los años. Ancelotti ha tenido que dar descanso a Modric (37 años) en Copa por el cansancio acumulado en el Mundial. Asimismo, Tchouameni está lesionado y tampoco puede contar con Carvajal, Lucas Vázquez y Alaba. En la eliminatoria de octavos ante el Villarreal recurrió a Nacho para tapar los huecos en el lateral derecho.

El Mundial de Qatar se ha cobrado su peaje en cuanto a resultados para el Real Madrid. Antes del parón de noviembre cayeron en Champions contra el Leipzig, además de perder en Vallecas y ceder un empate ante el Girona en el Bernabéu. Tras el reinicio de las competiciones sacaron con apuros la eliminatoria de Copa ante el Cacereño (0-1) y vencieron en Valladolid con dos goles de Benzema en los últimos minutos (0-2). Las derrotas en Liga frente al Villarreal (2-1) y en la final de la Supercopa ante el Barcelona (3-1) encendieron las alarmas, aunque el equipo volvió a resucitar para remontar un 2-0 contra el Villarreal y lograr el pase a cuartos.

SAN MAMÉS VS. BENZEMA

El duelo frente al Real Madrid es el partido del año en San Mamés. Es el equipo más laureado del mundo en cuanto a títulos, con sus 14 Copas de Europa, y simbolizan ese fútbol moderno en el que todo se puede comprar y vender. El Athletic representa la rebeldía, simbolizando un país que no aparece en los mapas con su filosofía y saca la garra del león para tratar de doblegar a los merengues.

Son 125 años de historia, 91 partidos de Liga en La Catedral con 38 victorias rojiblancas, 19 empates y 34 derrotas ante los blancos. 142 goles a favor del Athletic y 133 en contra. El mito de David contra Goliat cuando el débil se impone al poderoso o la inexpugnable aldea gala de Astérix y Obélix que resiste ante el imperio romano.

Esa idea motiva a San Mamés e impulsa a los jugadores. Tendrán que atar en corto a Benzema. El delantero de 35 años conquistó la Bota de Oro la campaña anterior y se perdió el Mundial por una inoportuna lesión. El Athletic es el rival al que más goles le ha marcado con el Real Madrid (18 goles en 27 partidos) por lo que le tiene bien tomada la medida.

La temporada pasada anotó un doblete en San Mamés en los primeros minutos y el conjunto blanco se hizo con la victoria. Sin embargo, se perdió el duelo de Copa en cuartos en el que los rojiblancos se hicieron con el triunfo con un tanto de Berenguer. Esa victoria se celebró con locura, como cuando Aduriz marcó de cabeza el gol del triunfo en 2015. Fue la última victoria liguera y Ernesto Valverde estaba en el banquillo. Es pura coincidencia que se produjera después de superar al Espanyol en Copa, como en esta ocasión. En su primera etapa, Valverde también ganó en San Mamés al conjunto blanco en dos ocasiones. 4-2, con doblete de Del Horno en una noche involvidable de marzo de 2004, y 2-1 el curso siguiente.