Telón para un clásico del anime

Respaldada por el estudio Khara, la cuarta entrega cinematográfica del monumental y muy referencial anime creado por Hideaki Anno nos llega 28 años después de que el autor legara para la posteridad su “Neon Genesis Evangelion”. El paso del tiempo no establece los términos creativos para este autor meticuloso y obsesivo que ha querido cerrar, de una vez por todas, una historia cuya anterior entrega llegó a las pantallas hace once años. Coherente con el formato que anunció para su saga, una tetralogía, “Rebuild of Evangelion” viene a ser el telón de una saga que siempre quiso ser más que un grupo de adolescentes que pilotan robotos gigantes, algo nada novedoso dentro del anime.

La principal cualidad de esta saga siempre ha sido su trasfondo, un complejo puzzle de emociones descrito a través del existencialismo en su vertiente menos luminosa y un grupo de personajes marcados por su tormento y su énfasis.

A todo ello habría que sumar las evidentes reminiscencias de judeocristianas que, al parecer, marcaron al propio creador tras padecer una grave enfermedad y que tienen en el personaje de Shinji Ikari su prolonfgación más definida. En su vertiente visual, el filme cumple con creces su cometido de dar a su legión de seguidores lo que tanto desea, una acción espectacular y una galería de criaturas y robots tan improbables como sugerentes.

Otra cuestión a tener en cuenta es que, si bien este título viene a cerrar la saga, queda clara la intención de sus productores de haber querido orquestar un proyecto que sedujera tanto a las viejas como a las nuevas generaciones. Lo cual provoca ciertas dudas en torno al futuro de “Evangelion”. A través de un ritmo trepidante, la película nos sumerge en una aventura distópica que se mueve por parámetros muy encriptados.