EDITORIALA

Europa sigue alimentando la escalada bélica

El canciller alemán, Olaf Scholz, confirmó ayer en el Bundestag que Alemania enviará tanques Leopard a Ucrania. Informó asimismo de que autorizará a terceros países el envío de carros de combate que ya formen parte de sus arsenales. Algunos expertos dudan de la eficacia de esta medida, porque tardarán en estar a punto, en llegar al frente, y porque su uso no es sencillo. Sin embargo, el cambio de postura sirve para echar más gasolina al fuego de la escalada bélica que inevitablemente provocará muchas más muertes. De este modo, la Unión Europea antepone los intereses militares de la OTAN a los intereses políticos de su ciudadanía. Además, aleja cualquier perspectiva de salida pactada al conflicto. En el lado ruso tampoco aparece esa voluntad negociadora, una postura que no se incentiva con más y mejor armamento, sino con más y mejor diplomacia.

La decisión de Alemania rompe con los principios básicos que en gran medida han guiado su política exterior desde la II. Guerra Mundial. Por presiones, Berlín renuncia a su neutralidad y a su autonomía. Además, Scholz toma esta decisión contra la opinión de la mayoría de su sociedad. A nivel continental, la UE ha vuelto a demostrar que carece de soberanía, que renuncia a desempeñar un papel propio en el concierto internacional. El proyecto de las élites europeas no es más que un instrumento al servicio de otros intereses. Poco puede ofrecer a los pueblos y ni a los trabajadores del continente, para los que la guerra solo significa muerte y pobreza. Mientras tanto, la industria militar logra enormes beneficios.

El Gobierno español no tenía intención de enviar sus tanques, pero ahora se coloca a la cabeza en la cantidad de unidades a remitir. El portavoz del PNV, Aitor Esteban, fue más allá al señalar que «el envolvimiento en la guerra es total y, por tanto, no tiene sentido estar a medias». Cuando más haría falta el pacifismo -y gracias a la lejanía-, prevalece un extraño ardor bélico. Aunque Euskal Herria está a miles de kilómetros del frente, esta es una guerra en Europa y hay que demandar que termine cuanto antes y que la paz sea estable. Algo que solo es posible a través del diálogo y los acuerdos.