Un almacén de munición del Ministerio de Defensa de Irán situado en la ciudad de Isfahán, en el centro del país, sufrió el sábado un ataque que provocó un incendio y daños en la cubierta de las instalaciones militares.

La explosión tuvo lugar alrededor de las 23.00 (hora local) y el Ministerio de Defensa explicó que se trató del ataque de tres drones. Uno de ellos habría sido derribado por el sistema de defensa aérea de las instalaciones, mientras los dos restantes habrían sido atrapados por las trampas defensivas y explotaron, por lo que las autoridades lo definieron como un «ataque fallido».

Según el diario “The Wall Street Journal”, que citó fuentes militares estadounidenses, el ataque sería obra de drones israelíes, en el que sería el primer ataque en el extranjero desde el regreso al poder del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. Según estas fuentes, el objetivo era una fábrica de munición situada junto a unas instalaciones del Centro de Investigación Espacial de Irán, uno de los organismos sancionados por Estados Unidos por su trabajo con misiles balísticos.

El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hosein Amirabdolahian, mencionó el ataque durante la rueda de prensa conjunta con su homólogo qatarí, Mohamed bin Abdulrahman al Zani, y aseguró que estas acciones «cobardes» no impedirán en ningún caso «las actividades y avances de los expertos iraníes».

Las autoridades iraníes no señalaron en un primer momento a ningún país ni organización por el ataque, pero en el pasado Teherán ha acusado a Israel por llevar a cabo supuestas operaciones de sabotaje en su territorio.

Así, Irán acusó a Israel de un intento de sabotaje contra la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz en 2021, cuando un apagón dañó cientos de centrifugadoras, en un hecho que Teherán calificó como «terrorismo nuclear».

Un año después señaló de nuevo a Israel por otro intento de sabotaje, en esa ocasión contra la planta subterránea nuclear de Fordow.

Sobre Israel planea la sospecha de una guerra encubierta que incluye ciberataques, sabotajes a barcos y muertes de científicos nucleares.

El Estado hebreo ataca también desde hace años posiciones militares iraníes o de milicias aliadas en Siria para repeler y condicionar su presencia en la región.