Jokin Aperribay y Mikel Oyarzabal rubricaron ayer en la sede del club en el Reale Arena en un nuevo contrato hasta 2028 el compromiso firme y decidido de crecer juntos de la Real Sociedad y del mejor jugador que ha salido de Zubieta en los últimos años.

La firma no hizo más que reforzar la apuesta clara de ambos cuando en el verano de 2018, tal como desveló GARA, el Athletic se reunió con la familia del jugador para intentar ficharlo previo pago de la cláusula de rescisión. El entorno del eibartarra informó al club y Jokin Aperribay hizo una oferta sin precedentes para un jugador de 21 años que también demostró su compromiso al quedarse y no buscar un contrato mejor en otro lugar.

No solo le ofreció mucho dinero, también le dio el número 10 de Xabi Prieto, que se había retirado meses antes, y su brazalete de capitán para que fuera el líder que condujera al club blanquiazul a donde ha llegado. Con una ambición que comparten los dos y que tuvo su recompensa en el título de Copa, en tres clasificaciones para la Europa League seguidas y en la tercera posición que ocupa ahora la Real.

Tanto el club como el jugador demostraron ayer que su compromiso es incondicional. Aperribay ofreció una buena propuesta a su capitán una vez superada su grave lesión de rodilla, sin esperar a que dé su mejor rendimiento, y el jugador tampoco aguardó a entrar en el último año del contrato que firmó en 2018 para buscar una renovación más favorable.

Mikel Oyarzabal ampliará así su leyenda en la Real porque en abril cumple 26 años y sus números son impresionantes. Debutó con el primer equipo el 25 de octubre de 2015 en la victoria por 0-4 en el campo del Levante con Moyes como entrenador. A pesar de su juventud, acumula 230 partidos de Liga, 31 de Copa, con el gol que decidió la final ganada al Athletic, 19 de Europa League y uno en la Supercopa. 281 encuentros oficiales en los que ha marcado 80 goles.

ALEGRÍA Y COMPROMISO

Tras firmar su contrato hasta 2028, Mikel Oyarzabal manifestó a través del club que «estoy muy contento. Siempre es una buena noticia continuar más años en el equipo que uno quiere y más cuando vengo de lo que he vivido este año, que ha sido distinto y difícil. Le tengo que agradecer al club la confianza y que me dé la oportunidad de poder seguir tantos años».

Demostró en sus declaraciones su carácter competitivo, el que transmite el equipo en el campo, al añadir que «estoy contento y orgulloso de lo que he hecho y de lo vivido en el club, pero tengo ganas de seguir consiguiendo objetivos y de ayudar a la Real a crecer».

Debutó en una temporada difícil que acabó con la destitución de Moyes, luego conoció la de Eusebio. Al recordar esos momentos duros, Oyarzabal señaló que «es positivo vivir años en los que las cosas no han salido tan bien para valorar lo que vivimos ahora como se merece. Tiene un mérito increíble lo que hacemos en los últimos años. Los que vienen y los que suben del Sanse llegan con esa idea de ayudar y hacerlo lo mejor posible para que el club y el equipo siga estando ahí arriba».

En esa línea añadió que «hay que aprovechar la buena dinámica y la ola que llevamos, alargarla lo máximo posible. Se ve que las cosas se hacen bien, no solo el equipo, también a nivel institucional. La gente de aquí se quiere quedar y la de fuera quiere venir. Todo es muy positivo y debemos intentar mantenerlo».

Destacó que «nunca podré agradecer todo ese cariño que recibo de la afición y de todo el mundo. Cada vez que salgo a la calle o a jugar el cariño y lo que me transmite la gente siempre ha sido muy positivo y les estoy muy agradecido».

Asume su papel de líder del equipo y recuerda que «lo que va a hacer que la gente siga tu ejemplo es lo que haces en el día a día. Hacerlo lo mejor posible en Zubieta, vivir de la mejor manera con la familia formada en Zubieta. Es algo muy positivo que hemos conseguido en los últimos años y predico con el ejemplo para que el resto lo vea así».