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WASHINGTON

Sintonía y discrepancias entre las «dos democracias más grandes de América»

Durante la visita del presidente brasileño a la Casa Blanca, tanto Biden como Lula destacaron que la democracia de Brasil sigue siendo resistente y que las relaciones entre los dos gigantes americanos han vuelto a la normalidad. Mostraron puntos en común sobre democracia y cambio climático, y serias divergencias sobre la guerra en Ucrania.

Biden y Lula caminando juntos en la columnata del jardín de rosas en la Casa Blanca.
Biden y Lula caminando juntos en la columnata del jardín de rosas en la Casa Blanca. (Jonathan ERNST | AFP)

Había expectación por el encuentro en la Casa Blanca entre el presidente de EEUU, Joe Biden, y el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, su tercera cita internacional desde que tomara el cargo el pasado 1 de enero. Su ascenso al poder tuvo una rima similar y muy particular. Biden derrotó a Donald Trump en la tensa carrera electoral de 2020, con márgenes estrechos en varios estados claves. Lula ganó las recientes elecciones de Brasil, que fueron las más reñidas desde el regreso de la democracia hace más de tres décadas. Venció al ultraderechista Bolsonaro, apodado el «Trump de los trópicos» y un ferviente admirador del expresidente estadounidense.

Tanto Trump como Bolsonaro sembraron dudas sobre el resultado, sin presentar pruebas, pero sus afirmaciones, resonaron entre sus seguidores más radicales. Los partidarios de Trump asaltaron el Capitolio el 6 de enero de 2021 para evitar que se certificara la victoria de Biden y el mes pasado, miles de manifestantes irrumpieron en la capital brasileña con el objetivo de derrocar a Lula.

Democracia puesta a prueba

En una breve declaración conjunta en la Casa Blanca, Biden evocó como valores compartidos la defensa de la democracia y del Estado de derecho. El asalto al Capitolio y el de las sedes del Gobierno, el Congreso y el Tribunal Supremo en Brasilia, con escenas calcadas del primero, acercaron a los dos presidentes en su defensa activa de la democracia frente a sus predecesores. Lula recalcó que quiere «recolocar a Brasil en la geopolítica mundial porque durante cuatro años el país se aisló, se automarginó» con un presidente que «menospreciaba las relaciones internacionales», en referencia a Jair Bolsonaro. «Eso me resulta familiar», bromeó Biden.

Ambos mandatarios subrayaron que «las democracias de ambas naciones habían sido puestas a prueba», pero que prevaleciaron ante las turbas de extrema derecha, que sus sistemas siguen siendo resistentes y que las relaciones entre las dos democracias más grandes de América han vuelto a la normalidad. Coincidieron, asimismo, en que aunque el mundo de sus rivales «comenzó y terminó con noticias falsas» existe una una marcada división en sus países, aunque ambos negaron la existencia de la «cultura del odio».

Fondo Amazonia

Según adelantó la Casa Blanca, los dos líderes también iban a discutir la invasión rusa de Ucrania, la inseguridad en Haití, la migración y el cambio climático, incluidos los esfuerzos para detener la deforestación del Amazonas. Cabe recordar que durante su campaña electoral en 2020, Biden propuso trabajar con socios globales para crear un fondo de 20.000 millones de dólares que alentaría a Brasil a cambiar su enfoque hacia la Amazonía. Se esperaba que durante la visita se anuncien planes para contribuir al esfuerzo multilateral conocido como Fondo Amazonía.

Entre los objetivos de Lula está el asegurarse un fuerte apoyo para la legitimidad de su presidencia. No está claro cómo gestionará en el futuro la animadversión que generó Bolsonaro. Algunos legisladores aliados con el expresidente ya están pidiendo la destitución de Lula, que forzó la dimisión del comandante del Ejército, y que ha visto cómo el ministro de Defensa dice que existe «una fractura del nivel de confianza» entre los mandos superiores de las Fuerzas Armadas.

Lula no arma a Ucrania y pide crear un «club para la paz»

Biden y Lula chocan en lo que respecta a la guerra de Ucrania. El primero apoya sin fisuras de a Kiev y el segundo condena la invasión rusa, pero reparte responsabilidades entre Putin y Zelenski. Biden se afana en arrastrar al sur global en su apoyo a Ucrania, «porque tiene la responsabilidad de oponerse a la invasión por parte de una superpotencia». Lula rechaza apoyar con armas a Kiev y, además, trata de erigirse en mediador entre ambos bandos y propone la creación de un «club para la paz» de países que puedan ayudar en la búsqueda de una solución negociada.

El propio Lula ha explicado, en una entrevista a CNN, que «si mando munición, entro en la guerra y yo lo que quiero es acabar con la guerra». GARA