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CROTONE

Decenas de personas ahogadas al tratar de llegar a las costas italianas

Una de las peores tragedias en la letal ruta del Mediterráneo hacia Europa dejó más de 60 cadáveres y decenas de desaparecidos en la costa de Calabria. Una embarcación con personas precedentes de Irán, Pakistán y Afganistán naufragó, tras cuatro días de travesía, a unas decenas de kilómetros las costas europeas a las que pretendían llegar.

Rescatistas manejan una bolsa para cadáveres en la playa, entre restos del naufragio, cerca de Crotona.
Rescatistas manejan una bolsa para cadáveres en la playa, entre restos del naufragio, cerca de Crotona. (ANSA | AFP)

Restos de madera esparcidos a lo largo de un centenar de metros de la playa y decenas de cadáveres envueltos en bolsas daban cuenta de la tragedia, mientras los supervivientes esperaban ser trasladados a un centro de acogida. Decenas de personas murieron ahogadas tras el hundimiento de madrugada de su embarcación no lejos de la ciudad italiana de Crotona, en Calabria.

La embarcación transportaba a más de 200 personas y aunque en un primer momento se creyó que se partió tras chocar con unas rocas debido al mal tiempo, los supervivientes explicaron que el motor que la impulsaba explotó en mitad de la noche, causando decenas de heridos y, finalmente, haciendo añicos el bote.

Algunos de los supervivientes lograron llegar a la orilla por sus propios medios tras el hundimiento 80 personas fueron rescatadas con vida, pero la mayoría pereció en las aguas del Mediterráneo. 22 de ellas fueron hospitalizadas, la mitad menores, y una se encontraba en estado muy grave, mientras que el resto fue alojado en un albergue.

Hasta la noche de ayer la Guardia Costera italiana había encontrado 60 cadáveres a lo largo de la línea de la costa. Probablemente más de un centenar siguen desaparecidas en lo que podría tratarse de una de las peores tragedias de la historia reciente de la crisis migratoria. Entre las decenas de cuerpos sin vida arrastrados a la playa se encontraba el de un recién nacido.

Algunos supervivientes elevaron a 250 ocupantes el número de ocupantes. La embarcación, sobrecargada, había partido cuatro días antes del puerto turco de Esmirna, y fue avistada el sábado por la noche por un avión de la agencia europea Frontex.

La mayoría de los migrantes procedían de Irán, Pakistán y Afganistán y el naufragio sucedió en unas pésimas condiciones del mar.

De acuerdo con las autoridades italianas, el avión de Frontex dio aviso a la sección operativa de Crotona, pero las condiciones del mar y la oscuridad obligaron al equipo a dar media vuelta.

«Esto es una tragedia enorme y temo que los muertos sean muchos más», lamentó el alcalde de Crotona, Vincenzo Voce. «Nos resulta humanamente inaceptable e incomprensible que siempre acabemos presenciando tragedias que podrían haber sido evitadas. Es un puñetazo en el estómago», criticó el jefe de misión de la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF), Sergio Di Dato. MSF subrayó que la tragedia sucedió «a unas decenas de kilómetros de la costa italiana. Cuando tenían el destino delante de los ojos, se ahogó el futuro de decenas de personas que buscaban una vida más segura en Europa».

«Es intolerable que la única vía de acceso a Europa sea el mar. La ausencia de una misión europea de búsqueda y rescate es un crimen que se repite cada día», protestó la ONG SeaWatch.

Entre las trabas de Italia y la parálisis de la UE

El último naufragio se produce pocos días después de que el Parlamento italiano aprobara las nuevas reglas sobre el rescate de inmigrantes impulsadas por el Gobierno de extrema derecha que modifica sustancialmente las operaciones de socorro de los buques de ONG. La ley requiere que lleven a cabo solo un rescate a la vez, lo que aumenta el riesgo de muerte. La primera ministra, Giorgia Meloni, expresó su «profundo dolor» por la tragedia pero puso el foco sobre el hecho «delictivo de echar al mar una embarcación de apenas 20 metros con 200 personas a bordo y mala previsión meteorológica». «El Gobierno está comprometido en evitar las salidas, y con ellas este tipo de tragedias, y lo seguirá haciendo, requiriendo sobre todo de la mayor colaboración de los Estados de origen», añadió. Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, vio necesario «redoblar esfuerzos en torno al Pacto sobre las migraciones y el derecho de asilo», pero hasta ahora la UE, dividida, mantiene estancado el debate sobre el reparto de las solicitudes de asilo y se centra en acelerar las devoluciones de migrantes y aumentar los fondos para reforzar fronteras.GARA