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CICLISMO

Xabier Berasategi vivió en Rwanda una «experiencia que no la olvidaré nunca»

El neoprofesional de Olaberria se quedó impresionado con la multitud que siguió la principal carrera por etapas de África y por su dureza. Está contento con su respuesta y por aguantar con los mejores la última etapa tras trabajar todos los días para el equipo.

Bizkarra, Iturria, Berasategi, Etxeberria e Iribar ganaron la general por equipos. (TOUR DE RWANDA)

Xabier Berasategi (Olaberria, 2000) no olvidará la experiencia vivida al descubrir el Tour de Rwanda en su primera vuelta como profesional en un país que acogerá el Mundial de 2025: «En todas las etapas estaban todas las calles y carreteras abarrotadas. No he visto nunca tanta afición en una carrera, ni en la Itzulia ni en el Tour. Era impresionante, había gente hasta en los tejados de los edificios. Lo he disfrutado, ha sido una experiencia bonita que no la olvidaré nunca».

Lo más destacado de su Tour de Rwanda fue que entró en el grupo selecto de la octava y última etapa con los mejores de la carrera y acabó decimocuarto tras trabajar para el equipo todos los días: «Era una etapa corta, pero muy dura desde el principio. Salimos a tope, en la segunda vuelta se hizo un corte de quince o veinte con los mejores y conseguí entrar con Bizkarra. El grupo se fue seleccionando y a falta de una vuelta me quedé».

Había corrido más etapas en el Giro sub’23, pero destaca que «nunca había conocido una carrera tan dura, con tanto desnivel, 22.000 metros en ocho días. Y además a la altura que estábamos todas las etapas, entre 1.500 y 2.500 metros. Tampoco había hecho nunca ninguna concentración en altura, no sabía cómo iba a responder. Todos los días había que aportar, ayudar todo lo posible y acabé muy contento con el final. Estar con los mejores en una etapa tan dura es motivante, subimos al podio como ganadores por equipos y fue un premio bonito».

En las dos primeras etapas estuvo a punto de entrar en el Top 10 al sprint, undécimo y duodécimo: «Eran las más suaves y, como era del quinteto el más rápido, me dijeron que intentara entrar en los sprints. Me encontré bien. En la primera arranqué fuerte, pero me quedé encerrado y en la segunda se seleccionó más, en el último puerto entré justo y acabé contento con el puesto».

A partir de ahí le tocó trabajar para sus compañeros con el problema de que, al ser equipos de solo cinco ciclistas, él y Asier Etxeberria tuvieron que asumir todo el trabajo: «El objetivo era disputar la general con Bizkarra e Iturria, a Iribar también lo reservamos para que hiciera un buen puesto y para que disputara la etapa en la que hizo tercero. Tuve que trabajar en todas las etapas tirando o ayudando al equipo a colocarse bien para que fueran lo más cómodos posible».

El penúltimo día entró en la escapada con Iribar y Etxeberria y fue el que tuvo que sacrificarse: «Era una etapa muy dura para mí, en principio ellos eran mejores escaladores y mi trabajo fue que la escapada no parase. En el penúltimo puerto se fue el que ganó, Tarozzi, estuve tirando hasta el inicio del último, no lo pude coger y ahí acabó mi carrera».

INOPORTUNO VIRUS

La pena fue que Bizkarra e Iturria enfermaron los dos últimos días cuando estaban entre los doce mejores de la general y querían disputar con el de Mañaria las victorias de etapa y la general. Era el objetivo de llevar al líder a una vuelta sin equipos World Tour, lo que confirmó al acabar décimo pese a acabar enfermo.

Berasategi lamenta que «el penúltimo día Bizkarra se encontró mal con algún virus estomacal y no estuvo a su nivel las dos etapas decisivas e Iturria lo cogió el último día. Desde la salida no estaba bien, se quedó y no pudo acabar la carrera. Fue una pena porque Bizkarra estaba igualado con los mejores en la pelea por la general e Iturria cerca a un minuto. Las dos últimas etapas eran las que mejor le iban a Bizkarra y podíamos haber logrado mejores resultados».

La anécdota de Rwanda fue que pasó más miedo en los traslados que en la bicicleta. «Teníamos un conductor de autobús que, como conocía las carreteras, nos llevaba al límite. Fue diferente a lo que estamos acostumbrados». Pero todo lo cuenta con buenas palabras: «No se puede hacer ningún mal comentario de nada. Había algún que otro agujero como en todos los sitios, pero las carreteras estaban muy bien, a lo que ayuda que tampoco tienen mucho tráfico, no hay muchos coches allí».

Además ha comprobado que el nivel de los ciclistas africanos crece con la victoria en la general y en dos etapas del eritreo de 23 años Henok Mulubrhan: «Tienen muy buenos corredores, sobre todo muy buenos escaladores. El que ganó la vuelta tenía mucho nivel. Quizás tienen menos recursos, pero hay nivel allí».

Dos clásicas para seguir el aprendizaje

Berasategi disputará mañana el Grand Prix Criquelion y el domingo el Grote Prijs Jean-Pierre Monseré, dos clásicas diferentes a las que ha conocido porque nunca ha corrido el calendario belga: «Tengo ganas de ir compitiendo, a ver si poco a poco vamos a mejor. Creo que estas clásicas me vienen bien porque no son puertos largos. Son carreras muy distintas, explosivas, de mucha colocación, y espero coger experiencia. Soto y Canal serán los dos referentes del equipo e intentaremos ayudarles».

Será su tercera experiencia con los World Tour tras dos días en Mallorca y la clásica de Figueira en Portugal: «El primer día fue muy duro, con mucha lluvia y frío. El objetivo era estar en la fuga, salí a buscarla, pero no se hacía, gasté mucho en intentarlo y en un puerto los hombres fuertes apretaron, se rompió la carrera y llegamos en la grupeta fuera de control. El segundo se salió más tranquilo y pude estar en la fuga, ganar la montaña y subir al podio. Acabé contento. Era lo que podía hacer porque teníamos hombres más rápidos que iban a disputar el sprint al final».

Sus primeras experiencias con los World Tour le sirvieron para comprobar que «es otro ritmo, se va a tope desde la salida a tope y será cuestión de acostumbrarse a eso». Tras el fin de semana descansará en marzo y está contento con el calendario: «Está bien para empezar y en abril creo que haré La Sharte, clásicas francesas y la Vuelta a Asturias. Son carreras distintas para coger experiencia y aprender». J.I.