Lara VILLALÓN (Estambul)
COMICIOS PRESIDENCIALES Y PARLAMENTARIOS EN TURQUÍA

Erdogan quiere mantener las elecciones en mayo pese a la devastación del terremoto

Unos comicios tres meses después del devastador terremoto que sacudió Turquía, además de Siria y Kurdistán, el pasado mes de febrero plantean numerosos problemas logísticos para que voten los afectados por el seísmo. La coalición opositora a Recep tayyip Erdogan aún tiene que elegir el candidato presidencial común para la cita electoral de mayo.

(Adem ALTAN | AFP)

En la región afectada por los terremotos en Turquía, las autoridades continúan sacando escombros de miles de edificios derrumbados y recuperando cuerpos bajo los cascotes. Ankara no ha revelado el número de personas desaparecidas, pero la cifra de fallecidos ya supera los 45.000 y aún no es la definitiva. En las principales ciudades del país, en cambio, los partidos políticos han retomado la campaña electoral de los comicios presidenciales y parlamentarios.

La fecha aún no es oficial, pero el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, reiteró esta semana su intención de adelantar las elecciones al 14 de mayo. Estos dos meses de margen implican problemas logísticos para que voten las 15 millones de personas afectadas por el seísmo. Cerca de dos millones se habrían trasladado a otras provincias por un período de tiempo indefinido, mientras que en ciudades y pueblos completamente arrasados por el terremoto, con una estructura de electricidad y agua afectadas por el terremoto, no se sabe cómo podrán llevar a cabo la votación.

«Es un problema de ‘seguridad electoral’, no es irrelevante; la votación se debería llevar a cabo en unas condiciones muy concretas. (Los problemas logísticos) podrían derivar en una campaña de miedo e intimidación y se podrían producir irregularidades constitucionales», señala el analista político Cihan Soylu.

Esta misma semana, un equipo de expertos se ha desplazado a la región afectada para analizar cómo se podría llevar a cabo el sistema de voto. Soylu cree que el Gobierno podría alargar el estado de emergencia en estas diez provincias desde el 7 de febrero y podría implicar una mayor represión de las protestas y una falta de escrutinio de organizaciones independientes en el proceso de voto.

El partido islamista AKP, en el poder desde 2002, tiene claro que su candidato será de nuevo Erdogan.

Antes del terremoto, hubo un debate político sobre si el mandatario podría presentarse de nuevo porque ya ha cumplido dos legislaturas como presidente. El AKP argumenta que su primera legislatura se interrumpió cuando el país cambió a un sistema presidencialista en la Constitución, por lo que su primer mandato no cuenta. El profesor constitucionalista Ibrahim Kaboglu señaló que Erdogan solo puede presentarse si se celebran elecciones anticipadas con una fecha límite en el 18 de junio, cuando termina esta legislatura.

Antes del temblor, la popularidad de Erdogan se había erosionado con el aumento de la inflación, que llegó a alcanzar el 84% en noviembre del año pasado, y la devaluación de la lira turca. Algunas encuestas señalaban que tendría problemas en mantener la mayoría en el Parlamento, pese a contar con la alianza del partido ultranacionalista MHP. En la carrera por las presidenciales, los sondeos indicaban que habría segunda vuelta y mostraron resultados dispares, según el candidato que eligiera la oposición. Poco antes del seísmo, el mandatario repuntó ligeramente en las encuestas tras anunciar varias políticas económicas que tenían efecto a corto plazo. Ahora, tras una ola de críticas por la lentitud en el despliegue de los equipos de rescate en el terremoto, el AKP centra su campaña en la promesa de reconstruir las ciudades en un año. «En los próximos meses veremos las dos caras de Erdogan: el padre compasivo que abrazará a las víctimas del terremoto y el autoritario que tomará medidas enérgicas contra la oposición y críticos a su narrativa», señala el analista Soner Cagaptay.

El principal partido en la oposición, el socialdemócrata CHP, ha formado una frágil coalición con cinco partidos de derechas y se espera que revelen su candidato mañana. Analistas políticos coinciden en que el elegido será Kemal Kiliçdaroglu, líder del partido. Es el que menos intención de voto tiene en los sondeos, pero la alternativa sería el alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, que enfrenta un caso judicial que lo podría apartar de la política. Otro posible candidato es el exmiembro del MHPMansur Yavas, pero la coalición perdería el voto kurdo si lo elige. La segunda fuerza en la coalición, el partido nacionalista IYI podría retirarse de la alianza si su base de votantes no aprueba el candidato.

La tercera fuerza en el Parlamento, el prokurdo HDP,

ha pactado, por otro lado, una coalición con cinco partidos de izquierda.

La formación podría ser ilegalizado semanas antes de los comicios, ya que se enfrenta a un caso judicial por supuestos vínculos con la guerrilla del PKK. La dirección del HDP anunció que presentará un candidato en las elecciones, aunque probablemente apoyará al aspirante del CHP en el caso de una segunda vuelta de las presidenciales.

Faltan por ver los efectos a corto plazo del terremoto en las urnas. Una encuesta de la empresa demoscópica Team, realizada a finales de febrero, señaló que la coalición de Erdogan mantiene un 44% en intención de voto, la misma cifra que antes del terremoto. Analistas políticos indican que si Erdogan quiere ganar, debería realizar los comicios antes de que se perciba el impacto del seísmo en una economía ya mermada y se desinfle la promesa de reconstruir miles de edificios en un año.