Amaia U. LASAGABASTER
Entrevista
ANA ASTOBIETA
Federativa, entrenadora y exjugadora

«Ahora somos conscientes de haber puesto alguna piedrita»

Debutó como futbolista hace más de 50 años y en 1984 se convirtió en la primera mujer vasca que obtenía el título de entrenadora. Después de toda una vida en el Sondika, rompió otra barrera ingresando en la Federación vizcaina, de cuya Junta directiva y Comité de entrenadores sigue formando parte a día de hoy.

(Endika PORTILLO | FOKU)

No pocas historias de amor han nacido en las fiestas de los pueblos. También la de Ana Astobieta con el fútbol. La afición, claro, le venía de antes pero fue en las fiestas de Sondika cuando disputó su primer partido. La primera de las muchas «primeras veces» que han convertido a esta mujer en una de las pioneras del fútbol vasco, con el ya ha cumplido las «bodas de oro».

Por aquel entonces, las mujeres en España no podían abrir una cuenta corriente u obtener el pasaporte sin el consentimiento de su padre o su marido. El fútbol femenino apenas llegaba a estar mal visto porque para molestar hay que existir y al público solo le llegaban espectáculos como el partido entre «folclóricas y finolis» que acogió Vallecas en el 71, con Lola Flores y Encarnita Polo vestidas de corto, o películas como «Las Ibéricas FC», estrenada aquel año y que a día de hoy cuesta ver hasta por curiosidad antropológica.

Pero había mujeres y niñas a las que les gustaba el fútbol. Verlo y practicarlo. Y varias de ellas coincidieron en el grupo social de la parroquia de Sondika, del que nació un equipo entrenado por el párroco Patxi Cantero. «Surgimos de la nada -recuerda Astobieta-. Aunque realmente no fuimos las primeras porque ya había otros equipos, en Arratia, Galdakao, Zamudio...». Fue precisamente el Zamudio su primer rival, en aquel verano de 1970. Un amistoso que se organizó para dar respuesta a la afición de las jóvenes y «con el fin de recaudar fondos para temas sociales, llevar a jubilados de viaje... Y una cosa que empezó de manera un tanto informal, llegó a convertirse en un equipo que estuvo varios años compitiendo, primero con los equipos de alrededor y luego ya en las primeras competiciones oficiales», que se hicieron esperar hasta 1982, pese a que se calcula que en la segunda mitad de los setenta ya había unos 300 equipos femeninos en el Estado.

Fueron buenos años porque aquelas futbolistas tuvieron la posibilidad de disfrutar con una pasión con la que muchas no podían ni soñar. Pero también complicados, no sólo por el amateurismo absoluto en el que se desempeñaban, sino porque incluso durante un buen tiempo ni siquiera tuvieron la opción de jugar partidos. «Al principio no había nada oficial pero había otros equipos y jugábamos en fiestas para ir manteniendo ese gusanillo que teníamos. Pero llegó un momento en el que todos esos equipos desaparecieron y sólo quedó el Sondika. Patxi lo dejó y yo quedé como entrenadora, además de seguir jugando. Fueron años muy duros porque no había competición y únicamente nos dedicábamos a entrenar. Era tremendo, mantener a la gente que viniera y entrenara, únicamente, sin jugar competición... Pero había muchísima afición y aguantamos».

Alguna «recompensa» caía de vez en cuando. Tanto que Astobieta puede presumir de internacionalidad. Hasta Italia viajó para disputar el primer partido en la historia de la selección española -no oficial, por supuesto, aunque la Federación Española homenajeó a aquellas mujeres hace algunos años-. Lo cierto es que recuerda con más emoción el otro premio que obtuvo la perseverancia de sus compañeras y el club. Llegó en la temporada 82/83, cuando la Federación vizcaina creó la primera competición femenina oficial... en la que participaron sólo dos equipos, Sondika y Ollargan.

Fue también el momento en el que decidió obtener el carnet de entrenadora. Un paso que dio «con naturalidad porque era lo que quería y creía que tenía que hacer. Empezaba una competición oficial y quería formarme y tener la disposición para hacerlo lo mejor posible». Fue la primera mujer vasca en intentarlo y en conseguirlo. «Cuando llegué a la Federación, éramos cincuenta, 49 y yo -recuerda con una sonrisa-. Había mucha expectación pero todos me trataron con un respeto absoluto y guardo un gran recuerdo de aquellos cursos. Me esforcé para hacerlo lo mejor posible, trataba de sacar la nota máxima en todas las asignaturas para que nadie dijera nada. Y la verdad es que, pese a esa expectación lógica del principio, todo fue normal».

En realidad, ha tenido esa misma «sensación de naturalidad» a lo largo de toda su carrera, que a día de hoy sigue en marcha, ahora como miembro de la Junta directiva y del Comité de entrenadores de la Federación vizcaina, donde también fue la primera mujer en ingresar. «Mi experiencia no ha sido mala, Sondika acogió muy bien al equipo, teniendo en cuenta que encima el entrenador era el cura. Evidentemente, tuvo que escuchar alguna cosa y nosotras también pero no era ni mucho menos habitual».

Hacer y creer

De hecho, no fue la percepción social «lo que más me llamó la atención. Quizá institucionalmente fue más difícil. Por ejemplo, no recuerdo exactamente el año, 73 o 74, íbamos a jugar en el campo del Sestao y el alcalde no nos dejó. Y ahí sí que fue por el simple hecho de ser mujeres; no había más historia, ni el campo hacía falta para otra cosa ni ningún otro motivo. Dijeron que no y se acabó».

Y aunque la situación es diametralmente opuesta hoy, Astobieta cree que para que el fútbol femenino siga evolucionando, la mayor implicación de las instituciones, junto al resto de agentes implicados, es imprescindible. «Se ha hecho bastante pero hay que hacer más y, sobre todo, creyendo en lo que se hace. Porque muchas veces las instituciones dan pasos pero no lo hacen convencidas de que eso es así. Tiene que haber apoyo y convencimiento. También los clubes, los medios de comunicación, el público... Todos tenemos que dar pasos. Que seguir dando pasos porque tampoco podemos negar que se han dado muchos».

Y parte de la responsabilidad de que ese camino se esté recorriendo recae en la propia Astobieta y las jóvenes que empezaron a jugar a fútbol hace ya más de medio siglo. Entonces no eran conscientes de que estuvieran «haciendo historia, ni mucho menos. Lo hacíamos porque nos encantaba el fútbol y nos daba igual ir de fiesta en fiesta jugando, meternos en un campo de barro hasta arriba... Mucho después sí hemos sido conscientes. Vemos la evolución y pensamos mira, una pequeña piedrita la pusimos nosotras. Incluso en el nacimiento del Athletic, que yo creo que ha sido fundamental para nuestro fútbol, algo hemos tenido que ver. Porque parece que antes no hubo nada pero fuimos muchas, nosotras y otras antes y otras después, las que estuvimos picando piedra. Ahora nos enorgullece y nos alegra ver la situación a la que se ha llegado y que las futbolistas tengan voz propia para seguir peleando por mejorar sus condiciones, sobre todo que puedan vivir del fútbol aunque de momento sólo sea en los clubes punteros».

Orgullo, alegría... ¿y algo de envidia? «Bueno, puedes pensar ‘si hubiera unos años más tarde’... Pero me alegro por quienes pueden disfrutarlo hoy y no me lamento de lo que yo he vivido», aunque los cincuenta años largos de carrera -hasta el 86 jugadora, hasta el 95 entrenadora y desde 2002 en la Federación- no hayan dejado rastro en el banco. «Soy amateur y lo he sido siempre, he estado vinculada al fútbol toda mi vida sin ver una peseta. Pero lo he hecho con mucho gusto porque me gusta lo que hago. He jugado porque me ha gustado, he entrenado porque me ha gustado y estoy donde estoy porque me gusta y me he comprometido con ello. Y siempre me he sentido respetada por todos, con lo que la satisfacción es todavía mayor».

En breve

Copa. Los cuartos de final arrancaron con la victoria del Alhama contra el Granadilla (1-0). Hoy se juega el Granada-Atlético y mañana el derbi entre Osasuna y Athletic y el Villarreal-Real Madrid.

Renovación. Tercera que cierra el Athletic desde el mes pasado. Esta vez es Bibi Schulze la que prolonga su contrato, que expiraba el 30 de junio, hasta 2025.

Inglaterra. El primer título del año, la ContiCup, es para el Arsenal, muy necesitado tras cuatro años en blanco y lo complicado que se le ha puesto el curso con las lesiones de Miedema y Mead. Se impuso al Chelsea (3-1), remontando el gol de Kerr con los de Blacsktenius, Little y Rafaelle.

Francia. Tres de las cuatro eliminatorias de cuartos de Copa se decidieron en la tanda de penaltis. Agónica la que dio la victoria al Olympique ante el Stade Reims tras el 2-2 final. También los necesitó el PSG para derrotar al Girondins y el Thonon-Evian para superar al Olympique de Marsella, después de que los dos partidos acabaran a cero. Más clara fue la victoria del Fleury ante el Nantes (6-1). Las semifinales (OL Lyon-Fleury, PSG-Thonon Evian) se jugarán el 18 de marzo.

Alemania. El Wolfsburgo encajó la primera derrota de la temporada a manos del Hoffenheim (1-2) aunque mantiene dos puntos de renta sobre el Bayern al frente de la Bundesliga.

Canadá. La Federación, con Charmaine Crooler al frente de forma interina, ha alcanzado un principio de acuerdo con las internacionales para la equiparación económica y de inversión.

Mundial. Brasil presentará su candidatura a organizar la edición de 2023, uniéndose a la de Sudáfrica y la conjunta de Alemania, Bélgica y Países Bajos.

Récord. 33.742 espectadores presenciaron en el Cruyff Arena el choque entre Ajax y Feyenoord, estableciendo un récord absoluto de asistencia en Países Bajos.