D.L.

Georgia se asoma a su Maidan por la ley sobre «agentes extranjeros»

En Ucrania, la marcha atrás en la asociación con la UE desató el Maidan. En Georgia, una ley sobre «agentes extranjeros» ha irritado a la oposición. El Gobierno recula, pero siguen las protestas. La UE saluda el gesto y Rusia se desvincula, pero muestra preocupación.

Protesta ante el Parlamento de Tbilissi.
Protesta ante el Parlamento de Tbilissi. (Vano SHLAMOV | AFP)

Los partidos gubernamentales Sueño Georgiano y Poder del Pueblo anunciaron la retirada de un polémico proyecto de ley sobre agentes extranjeros que ha provocado una fuerte ola de protestas en el país.

Tras varios días de manifestaciones y disturbios en contra de esta legislación, que la oposición considera de «corte ruso», los impulsores de la iniciativa han procedido a su retirada pese a que el borrador había obtenido ya el primer visto bueno de la Cámara.

No obstante, criticaron las protestas como consecuencia de «una máquina de mentiras que trata de presentar la ley de forma negativa y desinformar a cierta parte de la población».

«Se ha etiquetado falsamente esta ley como rusa y ha sido presentada a la opinión pública como una medida que coloca a Georgia en el camino de salida europeo».

Miles de personas han salido a la calle para protestar contra el proyecto de ley, que buscaba crear una lista negra de organizaciones, medios de comunicación y entidades que reciben generalmente financiación de países extranjeros, una medida que, según sus detractores, socavaría las libertades fundamentales de los ciudadanos.

La oposición georgiana ha anunciado que continuará con las acciones de protesta a pesar de la marcha atrás de la coalición de gobierno.

«No nos fiamos de Sueño Georgiano. Que explique cómo retira jurídicamente el proyecto. Por ahora el procedimiento es muy nebuloso», señaló el dirigente del partido Guircham, Tsotne Koberidze.

Ayer se registraron nuevas protestas en la avenida Rustaveli, la principal de la capital georgiana y escenario de enfrentamientos con la Policía, en la que se exigió la puesta en libertad de todos los detenidos, alrededor de 130. «Continuaremos las protestas hasta que Georgia adopte un rumbo prooccidental garantizado», advirtió Koberidze.

La UE saludó la retirada del proyecto de ley y llamó a «todos los líderes políticos a reanudar de manera constructiva e inclusiva las reformas proeuropeas» en el país.

La Presidencia rusa se desvinculó del proyecto de ley para registrar a los supuestos «agentes extranjeros», pero reconoció su «preocupación» por la escalada de las tensiones. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró que Moscú «no ha inspirado» ninguna de las iniciativas, pero aseguró que, pese a no tener relaciones con Georgia -Rusia reconoce la independencia de los enclaves separatistas de Abjasia y Osetia del Sur-, Moscú siempre busca que haya «paz» en los países de su entorno.