Mikel ZUBIMENDI
NUEVO LÍDER EN ESCOCIA

Humza Yousaf, nuevo líder del SNP y próximo ministro principal de Escocia

Humza Yousaf, tras ser elegido líder del SNP, se convertirá en el primer ministro principal de una minoría étnica de la historia de Escocia. A sus 37 años, también será el titular más joven del cargo. «Candidato de continuidad», venció por estrecho margen unas primarias que, tras la renuncia de Nicola Sturgeon, inicialmente parecían tranquilas y se convirtieron en una contienda explosiva.

El nuevo líder del SNP, Humza Yousaf, tras anunciarse los resultados.
El nuevo líder del SNP, Humza Yousaf, tras anunciarse los resultados. (Andy BUCHANAN | AFP)

El SNP ya tiene nuevo líder. Humza Yousaf, hasta ahora ministro de Sanidad, ha sido elegido como el sucesor de Nicola Sturgeon y será el nuevo líder del Partido Nacional Escocés (SNP) y, en consecuencia, jefe del Gobierno escocés. Yousaf ha logrado el apoyo mayoritario de los más de 70.000 afiliados de la formación, que han votado durante más de dos semanas en las elecciones primarias del partido. Si bien el partido ya ha tomado la decisión, Yousaf tendrá que esperar hasta hoy para ser nombrado primer ministro en una votación nominal, aunque se trata de un simple trámite porque ya cuenta con el apoyo de una amplia mayoría.

Yusaf se convertirá en la primera persona musulmana y no blanca que liderará el SNP y el Ejecutivo. Es considerado una figura clave para unir el partido y dejar de lado las luchas internas. En su vídeo de campaña de las primarias, reconoció que la formación política no atraviesa momentos fáciles, y agradeció el legado de Sturgeon. De hecho, se ha comprometido a continuar la agenda social de su sucesora.

De hecho, la contienda de las primarias ha resultado ser conflictiva. Se dieron profundas divisiones políticas entre los candidatos, ataques personales sin precedentes y la renuncia del director ejecutivo del partido y esposo de Sturgeon, Peter Murrell, tras conocerse revelaciones dañinas de que los medios habían estado alimentando información falsa y mentiras sobre las cifras de afiliación del SNP. Murrell se vio obligado a admitir que el número de afiliados había caído de 104.000 a 72.000 en algo más de quince meses.

Unidad del soberanismo

Yousaf se enfrenta ahora al gran reto de unir de nuevo al partido, después de que Sturgeon abriera la caja de Pandora con su renuncia. Porque sin esta unidad, que desde 2007 se ha demostrado clave para ganar 8 elecciones consecutivas, muy difícilmente será posible avanzar hacia la independencia y contentar a las distintas tradiciones que conviven bajo esta reivindicación.

El nuevo líder del SNP había sido el único de los tres aspirantes que afirmó que se opondría ante los tribunales británicos al bloqueo por parte del Gobierno de Londres de la reforma de Sturgeon sobre la autodeterminación de género. Al mismo tiempo, defiende que la independencia solo se conseguirá si el partido «sigue impulsando valores progresistas». Pero también subrayó que solo acudiría a los tribunales si los servicios jurídicos sugerían que la impugnación podría tener éxito.

El adiós de Sturgeon y la llegada de un nuevo nombre mucho menos conocido y popular abre la posibilidad a laboristas y conservadores de intentar acabar con el dominio de los soberanistas, que ha tenido también serias implicaciones para en el Gobierno de Londres, en especial para los primeros. De hecho, los laboristas son muy optimistas, porque sienten que están a las puertas de Downing Street.

Aunque la independencia de Escocia es la misión definitoria del SNP, Yousaf ha abandonado la propuesta de Sturgeon de utilizar las próximas elecciones generales como un referéndum de facto después de que la Corte Suprema británica dictaminara que Holyrood no podía organizar un referéndum real sin la autoridad de Westminster. Primero quiere lograr un mayor apoyo para la independencia, pero no le resultará fácil vender ese enfoque gradualista a los activistas más movilizados del partido, que se sienten frustrados por las repetidas pero incumplidas promesas de Sturgeon de celebrar esa votación.

El Gobierno escocés tiene relaciones muy tensas con los tories, a los que acusa de usurpar el poder tras el Brexit. Con los laboristas haciendo guiños y ofertas detalladas sobre una reforma constitucional tras las próximas elecciones británicas, el próximo primer ministro deberá decidir si impulsa o no una mayor devolución de competencias ahora mientras mantiene el objetivo a largo plazo de la independencia.

Forbes, preferida por la población

Las preferencias que han mostrado los delegados del SNP no coinciden con las reflejadas en las encuestas entre los escoceses. Aunque en las primarias del SNP ha quedado en segundo lugar con un 40% de los votos frente al 48% que ha obtenido Humza Yousaf, Kate Forbes era la preferida por la población escocesa, con el 27% de opiniones favorables frente al 22% del que será nuevo ministro principal y el 14% del tercer candidato, Ash Regan, según un sondeo del instituto Ipsos.

La campaña de Forbes se ha visto lastrada por sus principios conservadores en cuestiones sociales marcados por su religión. Miembro de una iglesia evangélica, la Iglesia Libre de Escocia, se opone al matrimonio entre personas del mismo sexo y al aborto, contra los que se pronunció al inicio de la campaña de las primaras por «una cuestión de principios». También se ha mostrado ambigua sobre la legislación contra las llamadas terapias de conversión, lo que choca con la mayoría de las bases del SNP.

De solo 32 años, Forbes representa a una parte de las Tierras Altas escocesas (la isla de Skye), domina el gaélico y es descrita como «pragmática».

Aunque ha hecho de la erradicación de la pobreza su gran motivación personal y política, y a pesar de que también Yousaf es religioso practicante, el nuevo líder independentista ha encarnado mejor las posiciones progresistas sobre cuestiones sociales y sobre la economía, como en su propuesta para aumentar los impuestos a los ricos.GARA

Londres desdeña la llamada a la independencia

Tras la elección de Humza Yousaf, Downing Street ha replicado al llamamiento a la necesidad de conseguir la independencia del nuevo líder del SNP afirmando que «los británicos y los escoceses quieren responsables que se concentren en los problemas más importantes para ellos: reducir la inflación, tratar la crisis del coste de la vida y reducir las listas de espera» en el sistema de salud. Yousaf se comprometió a lanzar el movimiento popular en favor de la autodeterminación y señaló que se ha dedicado demasiado tiempo a subrayar los fracasos del Gobierno británico y no el suficiente para crear una visión de una Escocia independiente.

Por su parte, el líder de la oposición laborista, Keir Starmer, felicitó a Yousaf, pero estimó que solo el Partido Laborista puede «aportar el cambio que necesita Escocia».

En el referéndum de 2014, el 55% de los escoceses votó en contra de la independencia, pero el debate se reactivó tras la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, a la que se opuso el 62% de la población escocesa. La ruptura con Londres se convirtió en un medio para regresar al bloque europeo. Sin embargo, la salida de la carismática Nicola Sturgeon del liderazgo del SNP hace planear la duda. Según un sondeo de YouGov del pasado 13 de marzo, el 46% de los ecuestados se pronunció a favor de la idependencia de Escocia (frente al 50% del mes anterior). Y si se incluyen los indecisos, el porcentaje baja al 39%. El Tribunal Supremo británico dictaminó el año pasado que el Gobierno escocés no puede organizar otro referéndum sin el acuerdo de Londres. GARA