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Europa no quiere perder a China, que busca «liberarla» de la tutela de EEUU

Macron insta a Xi a «hacer que Rusia vuelva a la razón» sobre Ucrania, pero quiere seguir haciendo negocios, porque «la autonomía estratégica no significa autarquía». Los estados miembros de la UE escépticos con su enfoque hacia Rusia y China le critican, algo que alimenta las esperanzas chinas de explotar las diferencias dentro de Europa.

Xi Jinping y Emmanuel Macron pasan revista a una guardia de honor durante la ceremonia oficial de bienvenida en Pekín. (Ludovic MARIN | AFP)

El presidente francés, Emmanuel Macron, hizo un llamamiento a su homólogo de China, Xi Jinping, para que «haga que Rusia vuelva a la razón» sobre la guerra en Ucrania, en la primera de una serie de reuniones de alto nivel que ambos líderes celebran en Pekín. «La agresión rusa en Ucrania ha asestado un golpe a la estabilidad internacional», dijo Macron a Xi, de pie junto al líder chino frente al Gran Salón del Pueblo antes de su reunión, para añadir que «sé que puedo contar contigo para que Rusia vuelva a la mesa de negociaciones».

Sin embargo, Xi Jinping, no mostró signos de cambiar su posición. En el segundo día de la visita de Estado de Macron a China, Xi retomó su línea y no dio ninguna pista de que usaría su influencia para ayudar a terminar el conflicto. «China está dispuesta a apelar conjuntamente con Francia a la comunidad internacional para que se mantenga racional y tranquila, las conversaciones de paz deben reanudarse lo antes posible, teniendo en cuenta las preocupaciones de seguridad razonables de todas las partes con referencia a la Carta de la ONU, la resolución y construcción de un marco de seguridad europeo equilibrado, eficaz y sostenible», agregó, sentado junto a Macron.

Granja francesa, mesa china

Xi enfatizó que Europa debía ser un «polo independiente en un mundo multipolar» y que China apoyaba su «autonomía estratégica». En las conversaciones que un funcionario del Elíseo describió como «francas y constructivas», ambas delegaciones firmaron varios acuerdos, incluida la venta de aviones Airbus, y pactos de cooperación cultural.

Esta visita parece destinada a impulsar las credenciales de Macron como estadista que podría cambiar el rumbo de la división política y su eventual escalada. Y ello, mientras trabaja en un acuerdo comercial llamado «de la granja francesa a la mesa china».

China ha estado interesada en forjar lazos con Europa que sean independientes de la amarga y tensa relación que Pekín mantiene con EEUU. Y para ello juega la carta del acceso de las empresas francesas al mercado chino, particularmente en el sector aeronáutico, la industria alimentaria y las finanzas.

Arriesgado juego europeo del «policía bueno y policía malo»

Según la narrativa, Macron y von der Leyen llevan un mensaje de unidad a Pekín, presionarán a Xi para que pare la guerra de Ucrania, y afinarán la relación comercial entre la UE y China, su mayor socio comercial. Trabajarán en equipo, Macron hará el papel de policía bueno y von der Leyen el de «policía mala de Bruselas», dada su fuerte relación con Joe Biden y su total apoyo a la posición de la OTAN. Hace días, pronunció un duro discurso criticando a Xi por su amistad con Putin. Dijo que el plan de paz de China «no era viable» y apostó por «eliminar riesgos», versión más moderada que la idea de EEUU de «desvincularse de China», donde Europa diversificaría sus importaciones y protegería su comercio y tecnología.

Son las dos almas del pensamiento europeo sobre China. Macron va rodeado de líderes empresariales, con un mensaje: Europa quiere hacer negocios. Y von der Leyen está en China por invitación de Macron. GARA