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VALÈNCIA

Guillem Agulló, treinta años reclamando que no hay ni olvido ni perdón

Ayer se cumplieron treinta años desde que un neonazi mató a Guillem Agulló. Tres décadas después, su recuerdo sigue vivo y su figura denuncia la impunidad de la ultraderecha en el País Valenciá.

Inauguración del paseo Agulló en València en 2018. La placa fue arrancada horas después.
Inauguración del paseo Agulló en València en 2018. La placa fue arrancada horas después. (EUROPA PRES)

“Guillem Agulló, ni oblit ni perdó (ni olvido ni perdón)” es una de las consignas que más se han repetido en los Països Catalans desde hace 30 años. Ayer se cumplieron tres décadas desde que un neonazi llamado Pedro Cuevas le clavó un cuchillo en el pecho en la localidad de Montanejos, en la comarca del Alt Millars, en la provincia de Castelló pero cerca de Teruel .

En todo este tiempo, el recuerdo de Agulló, militante de Maulets, colectivo juvenil de la izquierda independentista de los Països Catalans, y del grupo antirracista Sharp ha estado presente junto a la denuncia de la impunidad con la que han actuado los grupos ultraderechistas en el País Valencià.

Sin ir más lejos, el mes pasado se atacó con líquido corrosivo un acto de recuerdo de Agulló que tuvo lugar en el barrio de Benimaclet, en la ciudad de València.

El juicio que se celebró en Castelló de la Plana en 1995 fue muy polémico. El juez solo condenó al autor material de la muerte, Pedro Cuevas, a catorce años de prisión y absolvió a los otros cuatro acusados tras aceptar la declaración de un testigo anónimo presentado por la defensa que compareción cubriéndose con un casco de motocicleta y tras una mampara. Este testigo señaló que Agulló portaba un puño americano, un arma que no apareció por ningún otro lado en las diligencias.

En esa época se denunció una campaña de criminalización de la víctima liderada por el diario “Las Provincias”.

Anna Castillo, amiga de Agulló, con el que estuvo en Montanejos, recuerda, en declaraciones a “La Directa”, el trato despectivo que recibieron por parte de las fuerza policiales, hasta el punto de que uno de los agentes se rió de ella porque estaba llorando tras haber asistido a la muerte de Guillem. También relata que durante la rueda de reconocimiento a la que se sometió a los sospechosos, estos podían ver perfectamente a quienes les estaban identificando.

CUATRO AÑOS EN PRISIÓN

De los catorce años de prisión a los que Cuevas fue condenado solo cumplió cuatro al ser liberado por «buen comportamiento». Tras dejar la cárcel, Cuevas continuó con sus actividades neonazis, siendo candidato de Alianza Nacional en las elecciones municipales en Xiva. En 2013 fue detenido de nuevo en un operativo contra redes neonazis en el que se incautaron armas, pero fue absuelto.

En la localidad de Burjassot (Horta Nord), en la que vivía Agulló, tuvo lugar ayer un acto en la plaza del Ayuntamiento organizado por la Comissió 30 Anys amb Guillem (Comisión 30 Años con Guillem).

Durante estas tres décadas, los padres de Guillem Agulló y numerosos colectivo han defendido su memoria y ha denunciando las actividades y la impunidad de la ultraderecha valenciana. En 2020, sus padres fueron galardonados con la Cruz de Sant Jordi por la Generalitat de Catalunya.