Julio César RIVAS
TORONTO

Refugiados se enfrentan al «muro invisible» entre Canadá y EEUU

Joe Biden y Justin Trudeau cerraron hace dos semanas un nuevo acuerdo fronterizo para frenar la llegada de refugiados y migrantes a Canadá desde EEUU. Políticos y expertos temen que el nuevo pacto aumente los peligros para quienes recorren la «ruta migratoria norte».

Policías de Canadá esperan la llegada de refugiados en el cruce fronterizo de Roxham Road.
Policías de Canadá esperan la llegada de refugiados en el cruce fronterizo de Roxham Road. (L. HAGBERG | AFP)

Seidu Mohammed perdió por congelación todos los dedos de sus manos en 2016 cuando cruzó en mitad del invierno la frontera entre EEUU y Canadá para pedir refugio. Políticos, expertos y el propio Seidu temen que el nuevo acuerdo migratorio firmado por ambos países incremente los peligros para quienes cruzan la frontera de forma irregular por la llamada «ruta migratoria norte».

Seidu es feliz. Se restriega la cara con sus muñones y no deja de sonreír. Hace menos de un mes obtuvo la nacionalidad canadiense, seis años después de estar a punto de morir al cruzar a pie, en invierno, la frontera. Futbolista en Ghana, se declara bisexual y dice que dejó su país por temor a ser perseguido por ello.

Como miles de refugiados, sufrió un calvario para llegar desde Brasil a la frontera entre México y EEUU, donde pidió refugio pero fue encarcelado durante semanas junto con delincuentes comunes.

Tras la victoria de Donald Trump en 2016, Seidu temió que sería deportado y decidió ir a Canadá, explica a Efe. En Nochebuena, un taxi condujo a Seidu y a otro refugiado ghanés, Razak Iyal, desde Grand Forks, en Dakota del Norte, a un punto cerca de la frontera con Canadá. El conductor, tras cobrarles los últimos 600 dólares que tenían, les dijo que en 30 minutos estarían en Canadá. En plena tormenta, de noche y sin suficiente ropa de abrigo caminaron durante horas a 30 grados bajo cero.

Cuando un camionero los encontró moribundos en una carretera canadiense, tenían las extremidades congeladas. Se recuperaron tras semanas en un hospital. Seidu perdió todos los dedos de las manos. Los doctores salvaron los pulgares de las manos de Razak.

Seidu es uno de los fundadores de Manitoba Africa Cup of Nations, organización que a través del fútbol ayuda a la juventud negra de Winnipeg, en el centro del país. También ha creado otras dos organizaciones en Winnipeg para ayudar a jóvenes y a personas recién llegadas. Y quiere ir a la universidad. «Es mi forma de devolver a Canadá todo lo que ha hecho por mí», asegura.

NO SE LES PROTEGE

El 24 de marzo, poco después de que Seidu lograse la ciudadanía, el presidente de EEUU, Joe Biden, visitó Canadá. Tras reunirse con su primer ministro, Justin Trudeau, anunciaron la inmediata entrada en vigor de un nuevo acuerdo fronterizo que impide que los solicitantes de refugio lleguen a Canadá como lo hizo Seidu.

«Va a poner en peligro a muchos refugiados porque EEUU no es un país seguro. No se les protege», dijo Seidu.

Laura Madokoro, profesora de la Universidad de Carleton, en Ottawa, y experta en migración y humanitarismo, explica que no se sabe si hay una relación directa entre el nuevo acuerdo fronterizo y la muerte de dos famlias cuando intentaban cruzar a EEUU el 30 de marzo. Lo que sí tiene claro es que «el anuncio está asustando a la gente a ambos lados de la frontera porque no saben lo que va a suponer para ellos ni lo que tienen que hacer».

La diputada del socialdemócrata NPD Jenny Kwan coincide con Seidu en que el pacto aumenta los riesgos para quienes buscan refugio. «Lo único que hará será empujar a la gente a rutas más peligrosas. La creación de este muro invisible es una violación de los compromisos internacionales de Canadá sobre los derechos de los solicitantes de asilo y refugio», asegura.

«Me revuelve el estómago. Ni a mi peor enemigo le deseo pasar lo que yo tuve que pasar para llegar a Canadá. Tienen que suspenderlo (el acuerdo fronterizo)», concluye Seidu.