Cuatro años después de filmar una magnífica y muy original revisión del clásico literario de Jack London “Martin Eden”, Pietro Marcello ha tomado como referencia el cuento del autor ruso Aleksandr Grin “El velero rojo” para elaborar un muy delicado proyecto en el que ha vuelto a poner de manifiesto su aplicado discurso visual.

Si en su relectura del imaginario londiano el cineasta napolitano realizó un prodigio de equilibrio entre la ficción y las imágenes de archivo, en esta oportunidad vuelve a descubrirse como un aplicado malabarista a la hora de alternar la fantasía y lo real.

Sobre el sombrío telón de fondo de la primera guerra mundial, “Scarlet” arranca bajo la sentencia de una mujer que fue señalada como bruja y que advertirá de lo que veremos a continuación en el filme: la llegada de un príncipe que aterrizará de entre los cielos con unas velas rojas y que alterará para siempre la vida de la joven Scarlet.

Con el transcurrir del tiempo y teniendo presente este aviso, topamos con un carpintero viudo que participó en la gran guerra y cuyo carácter quedó marrcado por lo que presenció en las trincheras y su joven hija.

Pietro Marcello perfila en “Scarlet’ con sensibilidad la relación que comparten estos dos personajes, dentro de un contexto fascinante y en el que prima la pujanza de los detalles.

Ejemplo de ello son los planos que atrapan en diferentes ocasiones las manos de los protagonistas. Otra cuestión, que ya parece marca de la casa, es la inclusión en el metraje de diferentes secuencias de archivo, todo ello engarzado en un metraje en el que cohabitan el estilo naturalista y el documentall.