GARA | BOGOTÁ

El portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Vedant Patel, confirmó ayer que tres diplomáticos estadounidenses ayudaron al opositor venezolano Juan Guaidó a llegar «de forma segura» a Miami después de que fuera expulsado de Colombia tras entrar de forma ilegal en el país latinoamericano. El Gobierno colombiano había dicho que no dispuso ningún avión para su traslado a EEUU y que el billete había sido «suministrado» por Washington. Las autoridades colombianas aseguran que el proceso cumplió todas las garantías y expertos consideran que no fue una expulsión.

El propio Guaidó, que denunció haber sido sacado de Colombia después de que la «persecución» y las «amenazas» del Ejecutivo de Nicolás Maduro «se extendieran» al país andino, confirmó que el lunes había entrado por una de las trochas fronterizas de forma irregular en Colombia para asistir a la cumbre internacional de diálogo político sobre Venezuela organizada por el presidente colombiano, Gustavo Petro, y celebrada ayer, y a la que no había sido invitado.

Petro indicó que si Guaidó «simplemente entra con su pasaporte y pide asilo, con mucho gusto se le hubiera ofrecido. No tiene porque entrar ilegalmente al país». Y añadió que ante la falta de esta petición, «se le ofreció el permiso de tránsito, no se le deportó de regreso a su país, y con el permiso de EEUU voló hacia ese país».

«Al señor Guaidó no se le expulsó, es mejor que la mentira no aparezca en la política. El señor Guaidó tenía un acuerdo para viajar a EEUU. Nosotros lo permitimos por razones humanitarias a pesar de la entrada ilegal en el país» insistió Petro.

Por su parte, el canciller colombiano, Álvaro Leyva, aseguró en declaraciones previas al inicio de la Conferencia internacional sobre el proceso político en Venezuela, que busca reactivar el diálogo en México entre el Ejecutivo y la oposición de ese país, y en la cual Guaidó pretendía hacer contactos, que Colombia «no le ha cerrado las puertas a nadie». «Este no es un país que expulse», aseveró Leyva, quien detalló que «se supo por boca de un alto funcionario de Estados Unidos dónde estaba (Guaidó)» y fue acompañado por agentes estadounidenses «en todo momento». Leyva también le afeó al opositor venezolano que quisiera «producir ruido» participando «en un plantón».

Al margen de la polémica provocada por Guaidó, quien apenas cuenta con apoyo entre la oposición venezolana y que volvió a burlarse de la prohibición del Supremo de salir de Venezuela, el mundo, y especialmente Caracas, miraban ayer a Bogotá con la esperanza de que la comunidad internacional logre desatascar el diálogo iniciado en México entre el Gobierno de Maduro y la oposición antichavista, en la conferencia en la que se esperaba la participación una veintena de cancilleres o representantes internacionales.

En la inauguración del encuentro, Petro abogó por la «reconstrucción democrática de América Latina» y apostó por el reingreso de Venezuela al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, como primer paso antes de hacer frente a otras demandas, entre ellas la celebración de elecciones libres y «garantías para que el pueblo venezolano decida», que también defendió.

En el último encuentro en México, las partes firmaron un acuerdo que contempla la recuperación de recursos retenidos en el sistema financiero internacional debido al bloqueo, algo que Caracas asegura que el antichavismo incumplió.

Maduro pide desbloquear el dinero en el exterior para retomar el diálogo

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió el lunes que EEUU desbloquee 3.200 millones de dólares del país y aporte ese dinero al fondo de inversión social acordado con la oposición, como condición para reactivar la mesa de negociación suspendida desde noviembre. Maduro se lo pidió a los representantes de los 20 países reunidos ayer en Bogotá para buscar desatascar el diálogo político de Venezuela y levantar las sanciones. El presidente venezolano señaló que no espera otra cosa que «el levantamiento de todas las sanciones para que Venezuela tenga la libertad comercial, financiera, económica, y para recuperar todo lo que hay que recuperar en lo económico, productivo y social, para que se acabe el chantaje, la coerción, la coacción, la agresión permanente sobre nuestra vida social». Insistió en que Venezuela aboga por la conciliación y recordó a EEUU que «una cosa es ser aliados y otra cosa es ser vasallos». El chavismo indicó que uno de sus objetivos respecto a la cita de Bogotá es que se detengan procesos judiciales contra el país por presuntos crímenes de lesa humanidad.GARA