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MOSCÚ

Rusia responsabiliza a EEUU del ataque al Kremlin mientras China pide calma

Moscú asegura que la decisión de lanzar drones contra el símbolo del poder ruso se tomó en Washington, que tras haber puesto en duda la versión oficial sobre un ataque ucraniano desmiente estas acusaciones. Estado francés, Gran Bretaña y la UE hacen suyo el desmentido de Kiev. Pekín insta «a todas las partes a evitar medidas que empeoren ala situación».

Cúpula sobre la que estallaron ambos drones.
Cúpula sobre la que estallaron ambos drones. (STRINGER | AFP)

Rusia acusa a Washington de estar detrás del ataque con drones al Kremlin y de otros atentados y sabotajes ucranianos en territorio ruso.

«Sabemos que las decisiones sobre los atentados no se toman en Kiev, sino en Washington», afirmó el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov. EEUU «decide los objetivos y los medios, y Kiev ejecuta», insistió en su comparecencia diaria, para añadir que «no siempre se le da permiso a Kiev a elegir los medios».

El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, puso en duda la versión de los hechos de Moscú, afirmando que, «como todo lo que sale del Kremlin», es «necesario tomárselo con cautela».

El portavoz del Kremlin advirtió de que la respuesta rusa será «equilibrada y correspondiente a los intereses» del país.

China pidió «a todas las partes» que eviten «tomar medidas que puedan empeorar aún más la situación».

El Gobierno ucraniano, como hiciera el presidente, Volodimir Zelenski, insiste en negar responsabilidad alguna en el envío de los dos drones que explotaron sobre la cúpula del Palacio del Senado, en el complejo del Kremlin.

«IMPULSO SIN PRECEDENTES»

. Por contra, el Ministerio de Exteriores ruso inscribió este suceso en el contexto de unas «actividades terroristas y de sabotaje de Ucrania que están ganando un impulso sin precedentes (...). Atacaron el puente de Crimea en octubre de 2022, ha habido ataques contra objetivos no militares en las regiones de Briansk, Belgorod y Rostov, múltiples sabotajes y ahora Moscú...».

La ministra francesa de Exteriores, Catherine Colonna, tildó el suceso de «extraño», «misterioso» y «bastante poco comprensible en una situación normal», destacando el desmentido ucraniano.

El Ministerio británico de Exteriores hizo lo propio.

El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, el español Josep Borrell, fue más allá e hizo suyo el desmentido de Zelenski, para a continuación instar a Rusia a que «no utilice este supuesto ataque como excusa para continuar la escalada de la guerra».

El Ejército ruso atacó de nuevo de madrugada la ciudad de Kiev y sus alrededores con drones de tipo «shahed», de fabricación iraní, y que pudieron ser derribados, según el jefe de la Administración Militar de la capital, Serhiy Popko. «¡Ya es el tercer ataque contra la capital en los primeros cuatro días de mayo!», denunció.

Horas después, Moscú informó de que un dron provocó un incendio en una refinería de petróleo de Ilsky, en la región de Krasnodar, en el sur de Rusia.