La costa del Adriático parecía un lugar espléndido para una jornada tranquila tras la siempre dura y tensa contrarreloj inicial que dio comienzo al Giro 2023 el sábado y que se llevó con autoridad Remco Evenepoel (Soudal Quick Step). Pues bien, todo iba encaminado para que ello sucediera hasta que a falta de 3,7 kilómetros varios corredores se cayeron, llevándose por delante a una aficionada, lo que provocó un corte en el pelotón. Y ahí apareció, en el sprint, Jonathan Milan (Bahrain), certificando su primer triunfo como profesional en ciclismo en ruta.

El italiano, un gigante de 1,94 metros nacido hace 22 años en Tolmezzo, fue un ciclón en la recta de meta y no dio opción a los velocistas considerados como favoritos. Levantó los brazos para firmar su primer triunfo World Tour con un tiempo de 4h.55.11, a una media de 41,100 km/h, ante el neerlandés David Dekker (Arkea) y el australiano Kaden Groves (Alpecin).

En el corte del pelotón se quedaron algunos de los grandes candidatos al triunfo, como el británico Mark Cavendish o el danés Mads Pedersen. Por su parte, se salvaron de la quema, entre otros, el colombiano Fernando Gaviria (Movistar), séptimo

Milan dejó ayer claro que hay que contar con él para los finales al sprint. Casualmente, el corredor parece que no seguirá en las filas del Bahrain el próximo año al no llegar a un acuerdo con la escuadra. El joven ciclista no se lo creía, pero se ha convertido en el octavo corredor más joven en ganar en el Giro desde el año 2000. Un alarde de potencia de un corredor destacado en pista, con título olímpico y mundial en la modalidad de persecución por equipos.

EVENEPOEL, TRANQUILO

Mientras tanto, el flamenco Remco Evenepoel pasó una jornada tranquila en la costa del Adriático y mantiene el maillot rosa de líder de la general, con Filippo Ganna (Ineos) a 22 segundos y el portugués Joao Almeida a 29.

El propio líder destacó en la meta que «todo fue bien para nosotros. Estábamos todos delante, así que no nos metimos en problemas». En jornadas de nervios y de confusión «lo mejor es llegar a salvo. Eso sí lo podemos decir», apostilló

La primera cita con el sprint en esta edición de la ronda italiana estuvo animada por una escapada que no causó alarma en el pelotón y que permitió el sueño del grupo formado por Lapeira (AG2R Citroën), Champion (Cofidis), Bais (Eolo Kometa), Gandin (Corratec) y Verre (Arkéa Samsic).

El grupo comenzó la aventura nada más salir de Teramo, ciudad de los Abruzos, dispuesto a echar un pulso a un pelotón que cedió un máximo de 6 minutos a los aventureros, condenados de antemano un día con tan solo dos dificultades de cuarta categoría, Silvi Paese (4,2 kilómetros al 5,4%) y Ripa Teatina (1,9 km al 5,8%), que fueron superadas perdiendo unidades en cabeza.

La fuga se disolvió a 35 kilómetros de San Salvo, localidad de la provincia de Chieti, cuando los equipos de los sprinters ya estaban mostrando sus intenciones. Muchos candidatos, como Pedersen, Groves, Gaviria, Cavendish o Matthews, eran los llamados a estrenar la primera llegada masiva.

Sin embargo, un accidente alteró el guion a 3,7 km de meta. Cavendish y Pedersen se fueron al suelo, el pelotón quedó dividido, con 50 hombres delante. El ritmo ya era endiablado. El Alpecin lanzó el sprint de lejos para Groves, no estaban todos, pero apareció por sorpresa Milan, un gigante de fuerza bruta que fue capaz de colarse en la fiesta con honores. Y el premio de ganar en casa ante sus paisanos.

Este lunes el Giro abre la semana con la tercera etapa, entre Vasto y Melfi, con un recorrido de 213 km, los últimos 40 con alicientes interesantes, como la subida al Vallico del Laghi Di Monticchio (3ª, 6,3 km a 6,4%) y al Vallico La Croce (4ª, 3,1 km al 6%), para después afrontar un descenso y unos 10 km en ligero ascenso que conducen a meta en la provincia de Chieti, en los Abruzzos.