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LAS BUENAS COMPAÑÍAS

Tiempos de lucha, tiempos vitales


En 1976, había en el Estado español más de 350 mujeres encarceladas por delitos como adulterio, aborto y prostitución, cuya amnistía fue una de las principales reivindicaciones del movimiento feminista de la época.

Ese mismo año tuvo lugar la detención de 10 mujeres y un hombre en Basauri, acusadas de haber abortado o haber practicado abortos. Ante esto, un grupo de mujeres de Errenteria se organizó para ayudar a cruzar la muga a mujeres que querían abortar.

En 2015, las directoras Bertha Gaztelumendi y Nuria Casal rodaron “Las buenas compañías”, un cortometraje documental en torno a la lucha feminista en Errenteria, desde el año 1975 hasta la puesta en vigor de la segunda ley de aborto de 2010.

UN EXCELENTE RETRATO HUMANO

Siete años después del rodaje de este corto documental, Silvia Munt ha rodado estos episodios en clave de ficción y con un reparto liderado por Alicia Falcó, Itziar Ituño y Elena Tarrats. Munt no solo ha conseguido una excelente dirección de actrices, sino que ha sabido alejarse de los tópicos a la hora de abordar una época tan convulsa como vital e inquieta.

A través de movimientos de cámara muy pausados y primeros planos destinados a captar con mayor intensidad la emoción de sus personajes -sobre todo en las distancias cortas e íntimas-, la directora nos lleva de regreso a unos tiempos insurgentes mediante una naturalidad desbordante y un tempo muy bien calibrado. A ello se suman unas tonalidades en la fotografía que tienden a recordarnos aquellos días que necesitaban reactivar sus tonalidades. “Las buenas compañías” es un filme coherente y convincente.