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Menor flujo migratorio en la frontera sur de EEUU tras expirar el Título 42

Decenas de miles de migrantes se agolpan en la frontera sur de EEUU tras el levantamiento de Título 42, que permitía la expulsión en caliente de los refugiados, con la esperanza de ser admitidos en el país mientras se tramitan sus peticiones de asilo. México y EEUU constataban ayer un descenso del flujo migratorio y un elevado número de arrestos en territorio estadounidense.

Migrantes cruzan el río Bravo en Matamoros (Taumalipas). (Alfredo ESTRELLA | AFP)

El centro de la localidad fronteriza estadounidense de El Paso (Texas) y los albergues de la ciudad amanecieron en calma ayer con un incremento menor de migrantes del esperado, tras el vencimiento la víspera del Título 42, una norma que permitía la expulsión en caliente de los refugiados.

El fin de esta controvertida medida empujó a muchas personas a buscar precipitadamente cruzar la frontera hacia EEUU y desató el miedo de las autoridades a un mayor aumento del flujo migratorio. in embargo, tanto México como EEUU confirmaron su disminución, contrariamente a lo que se esperaba, aunque los arrestos en territorio estadounidense seguían siendo elevados. Según responsables de los albergues de El Paso, esto probablemente tenga relación con la decisión de muchos migrantes de entregarse después de que las autoridades dijeran que les iban a ayudar.

MENOS CRUCEES

El subsecretario de Política Fronteriza e Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional de EEUU, Blas Núñez-Neto, afirmó que no se detectó un incremento sustancial de los cruces de migrantes en las primeras horas, aunque admitió que era pronto para dar cifras.

Desde México, el canciller Marcelo Ebrard afirmó que el flujo ha descendido desde la noche del jueves, según datos del Instituto Nacional de Migración (INM) de México, y que ayer no se habían registrado enfrentamientos ni situaciones de violencia en la frontera.

Sobre las principales urbes fronterizas, las autoridades mexicanas registran 10.000 migrantes en Ciudad Juárez, 5.500 en Matamoros y 500 en Tijuana que están justo en el límite con Estados Unidos.

Por su parte, el alcalde de El Paso, Oscar Leeser, confirmó que se han visto menos migrantes llegando a esta zona, la que más tráfico de refugiados ha experimentado en los últimos seis meses. Según explicó a Efe, el flujo migratorio de las dos semanas anteriores al fin de la norma sanitaria impuesta por Donald Trump se debió a que las personas migrantes «tenían la impresión y, por desgracia, se les dijo que si llegaban aquí antes de la expiración del Título 42 podrían permanecer en EEUU y obtener asilo».

Tras el fin del Título 42, con el que se expulsaron a 2,8 millones de personas, EEUU aplica el Título 8, la norma que históricamente ha regido la migración, y Washington anunció nuevas medidas que restringen el acceso a pedir asilo en la frontera con México.

Erbrad recordó que los traficantes de personas o «polleros» engañan a los migrantes con la promesa de llevarlos a EEUU ahora que terminó la medida. Respaldó las vías legales que ha promovido el Gobierno de Biden para dar asilo, al tiempo que dijo que México no recibirá a más de 1.000 migrantes al día deportados de EEUU, pues no tiene la capacidad para atenderlos ni la voluntad de aceptarlos.



«Sabotaje» de un juez de Florida

La Casa Blanca calificó de «sabotaje» la resolución de un juez de Florida que ordenó suspender una medida que permitiría liberar algunos migrantes que llegan a EEUU de forma irregular mientras esperan a que se complementen sus trámites. Su portavoz, Karine Jean-Pierre, calificó como «dañina» esa disposición judicial y anticipó que el Departamento de Justicia lidiará con ella, al tiempo que instó al Congreso a actuar para solucionar la situación migratoria. Agregó que lo que está haciendo Florida «es una desgracia total».

El juez federal de Florida, Kent Wetherell, ordenó el jueves al Gobierno de Joe Biden detener temporalmente la citada medida, atendiendo a una demanda del Ejecutivo de Florida, que afirma que las autoridades están ignorando una ley federal que exige que quienes ingresen irregularmente al país sean detenidos. GARA