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PNV y EH Bildu pugnan por la simbólica arrasate

PNV y EH Bildu celebraron ayer actos en Arrasate, localidad en la que mantienen una reñida pugna por la alcaldía a una corta distancia de votos y una plaza determinante en la estrecha liza entre ambas fuerzas en Gipuzkoa. Los jelkides hablaron de preservar el bienestar, EH Bildu de un país en el que el puesto de trabajo no dependa de un carnet.

Maria Ubarretxena, candidata jelkide a la reelección durante el acto en Arrasate, y Maider Morras, candidata de EH Bildu, junto a Maddalen Iriarte y Arnaldo Otegi. (Marisol RAMIREZ | FOKU)

Solo unos metros separan la Herriko Plaza de Biteri Kulturgunea, dos céntricos puntos de Arrasate desde los que PNV y EH Bildu se dirigieron ayer a la militancia y a la ciudadanía, para destacar la importancia de conservar o recuperar la alcaldía, respectivamente, pero también por el peso que la simbólica localidad y la comarca de Debagoiena tienen en los resultados para la otra estrecha liza entre ambas fuerzas, la que se libra en Gipuzkoa entre los modelos que representan Eider Mendoza y Maddalen Iriarte.

María Ubarretxena, candidata jelkide a la reelección tras dos mandatos, compareció brevemente acompañada por Eider Mendoza, candidata a diputada general, el lehendakari Iñigo Urkullu y el presidente del Gipuzku Buru Batzar del PNV, Joseba Egibar.

Ubarretxena, al frente del gobierno municipal las dos últimas legislaturas, destacó que en ocho años el municipio ha experimentado una transformación «impresionante».

«En Arrasate el cambio no puede detenerse», apuntó la candidata jeltzale, que remarcó la importancia de acudir a las urnas el próximo 28 de mayo, un mensaje reiterado durante todo del acto.

Eider Mendoza recordó la advertencia de Andoni Ortuzar sobre el beneficio del abstencionismo para las opciones extremistas y populistas. Destacó, por ello, que las próximas semanas hay que movilizar al electorado para acudir a las urnas.

Según expuso Mendoza, el juego está en Gipuzkoa entre dos modelos alternativos: el de «las pancartas, pintadas y plataformas del no» y el de quien «identifica problemas, y les hace frente buscando soluciones».

«AUTOGOBIERNO, BIENESTAR, MODELO PNV»

En esa pugna entre dos modelos de gobernanza, el lehendakari, Iñigo Urkullu, puso el acento en el «esfuerzo y compromiso» puesto por el PNV en el desarrollo del autogobierno, sobre el que advirtió que «que no está segurado», pero que llamó a seguir defendiendo como «la mejor herramienta» de un proyecto de país, que asegura «bienestar, calidad de vida, modelo PNV».

Como expresión del modelo jelkide, relacionó Urkullu algunas de las medidas adoptadas, por ejemplo, en materia de deflactación en todos los tramos del IRPF o la deducción anti-inflación para rentas hasta una base de 30.000 euros, «medidas kilómetro cero, compartidas, para que pudiéramos estar en la situación en la que estamos hoy», resaltó, aludiendo como ejemplo al proyecto Ekiola, surgido en Arrasate, con perspectiva de «cooperación y comunidad».

Urkullu, que como Eider Mendoza tuvo también palabras para criticar la actuación de EH Bildu en el Congreso de los diputados, censuró que nunca se han comprometido con el autogobierno ni les importa de quién sean las competencias. «Una cosa es cambiar y otra, muy distinta, mudarse la piel y vender su propia casa», apuntó.

En alusión directa a las listas de la coalición y a las críticas recibidas por su composición, afirmó que «están en su derecho pero es necesario que lo asuman sin victimismo».

En el mismo sentido, el presidente del GBB, Joseba Egibar reprochó a la izquierda abertzale en el cierre del mitin, no haber sido «compañera de viaje en la construcción nacional y social en las últimas décadas», como contraposición a la apuesta del PNV durante los últimos 45 años.

EL CAMBIO, A UN PAÍS SIN CARNET DEL PARTIDO

Habia criticado Mendoza previamente la imagen catastrofista que algunos mensajes lanzan del país, preguntánose en qué país viven, una cuestión que estuvo presente en el mesaje lanzado por EH Bildu para relanzar el municipio desde los valores comunitarios que tradicionalmente ha tenido Arrasate y la comarca de Debagoiena.

Acompañada por integrantes de su equipo y candidatos de otras localidades de la comarca, así como conocidos dirigentes de la localidad como Xabier Zubizarreta, Ino Galparsoro o Pello Urizar, la candidata de EH Bildu a la alcaldía, Maider Morras, destacó los ejes de una actuación en la que la transición energética o el sistema de cuidados son algunos de los ejes principales. «En 2019 fue Bergara, ahora recuperaremos Arrasate, Aretxabaleta y Eskoriatza», manifestó.

Tal y como subrayó Maddalen Iriarte, hay pueblos importantes «que tienen la capacidad de articular toda una región», y Arrasate, expuso, es uno de ellos. Recordó Iriarte que el 28 de mayo se depositan dos papeletas que representan la oportunidad en el municipio y en todo el herrialde de «prevalecer quien hace política desde el corazón frente a los de la política de bolsillo».

Cerró el acto Arnaldo Otegi advirtiendo del peligro de comprar el marco a la ultraderecha en lugar de combatirla, y ahondó en que hablar de cambio es hablar, por ejemplo, de que no se puede permitir un país en el que se percibe que tener el «carnet» de un determinado partido político te facilita conseguir un puesto de trabajo.