Daniel GALVALIZI

28M en el Estado: giro a la derecha, posibles cambios y incertidumbre

Solo tres de los doce Gobiernos autonómicos que deben renovarse el 28 de mayo presentan certeza sobre su continuidad. El voto al PP crece, pero lejos de un fenómeno como 2011, por lo que la aritmética de escaños podría aguar la noche a Alberto Núñez Feijóo. Podemos, IU y ecologistas, en récord de alianza electoral.

La
            presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata del PP a la reelección, Isabel Díaz
            Ayuso, en un acto en Getafe.
La presidenta de la Comunidad de Madrid y candidata del PP a la reelección, Isabel Díaz Ayuso, en un acto en Getafe. (Rober SOLSONA -Ricardo RUBIO | EUROPA PRESS)

Doce de las diecisiete comunidades autónomas del Estado español deben renovar el próximo 28 de mayo sus Ejecutivos, con excepción de la CAV, Catalunya, Andalucía, Galiza y Castilla y León.

El escenario en el que ocurrirá esta redefinición del mapa político es muy diferente al del año 2019. No solo porque tres de los cinco grandes partidosde ámbito estatal tienen otros líderes, sino porque en medio ha habido un trauma social y económico como ha sido la pandemia y, luego, la guerra en Ucrania, con sus efectos inflacionarios.

Otro factor clave es la convulsión de la izquierda española por la decisión de Yolanda Díaz de irrumpir con una nueva plataforma de cara a las generales trascendiendo Unidas Podemos. El rifirrafe mediático atenta contra la movilización de un electorado que si quiere mantener los Gobiernos progresistas debe ir a votar más que nunca.

Y esto es así sencillamente porque todas las encuestas muestran un crecimiento del PP gracias a la implosión de Ciudadanos y a su brutal pérdida de votos con respecto a mayo de 2019. A pesar de ciertos intentos del PSOE por seducir a un electorado más de centro, la demoscopia muestra que la gran mayoría de los sufragios que otrora fueron naranjas ahora serán azules, en menos proporción para Vox y en mucha menor aún para el partido que lidera Pedro Sánchez.

Sin embargo, que el PP mejore su performance no significa que vaya a gobernar las autonomías. El bipartidismo al sur del Ebro ha muerto ya hace años y hay una compleja aritmética parlamentaria que puede dejar al PP como fuerza más votada, pero sin mayorías suficientes. Por ello, desde Génova tratan de contener el entusiasmo para que las expectativas no sean un bumerán.

POCA CERTEZA, MUCHOS ENIGMAS

Hay dos elementos nuevos que pueden implicar cambios en el reparto de votos: el primero es el récord histórico de alianzas electorales entre Podemos, Izquierda Unida y los ecologistas. En diez de las doce comunidades autónomas concurren en la misma papeleta. Las excepciones son Asturies y Aragón.

El otro es la aparición de la plataforma España Vaciada en sus diferentes versiones y marcas electorales, pero que funciona en forma coaligada. En algunas diputaciones provinciales y en elecciones a Gobiernos autonómicos como Aragón (con la marca Aragón Existe y Teruel Existe) y en Castilla-La Mancha (con Cuenca Ahora, especialmente).

Salvo Madrid y Murcia, todas las autonomías en disputa están gobernadas por el PSOE y muchas, en alianza con Podemos y con fuerzas soberanistas (con Compromís, en el País Valencià, y con Més, en Illes Balears) o en alianza subsidiaria con los regionalistas, como es Cantabria. Andalucía, Galiza y Castilla y León, con Ejecutivos conservadores, no entran en el juego por lo que los ojos mediáticos estarán más puestos en lo que logre mantener, o perder, la izquierda.

«Tenemos la movilización del bloque conservador, una mayor abstención en el electorado de izquierda y la casi desaparición de Cs. Esto hace que los resultados en las encuestas estén más favorables para el PP y Vox», explica el codirector de la consultora y encuestadora Electomanía, Miguel Díaz López.

También señala que la división ahora en dos, y no en tres, de las derechas en muchas circunscripciones puede ayudarle en el reparto de escaños. «Vemos un escenario más parecido al de 2011, no tan abrupto como la victoria aquella, pero sí en esa línea. Y otro factor que marcará la clave es el tercer bloque, el llamado ‘otros’, que son los regionalistas, soberanistas, especialmente los nuevos, que son la España Vaciada, que impactará en la formación de algunos gobiernos», añade.

Según Díaz, hay solo tres casos en los que prácticamente es imposible que haya cambios de Gobiernos: Madrid, Murcia y Asturies. En el primer caso, se mantiene intacto el fenómeno político de Isabel Díaz Ayuso. El promedio de encuestas la ubican en el peor escenario a dos escaños de la mayoría absoluta. Si entrara Unidas Podemos en la Asamblea, el reparto la dejaría sin mayoría absoluta. Si los morados no superan el umbral del 5%, esa mayoría es casi un hecho.

En Murcia se consolida la mayoría conservadora entre PP y Vox, y Asturies seguirá teniendo al socialista Adrián Barbón al frente, aunque resta saber si necesitará otra vez los votos de IU. En el Principado la derecha va dividida en tres, con el PP, un Vox más radicalizado desde los intentos de cooficialidad del asturianu y con Foro Asturias girando a la derecha moderada, con un sector más identitario.

Otro elemento a tener en cuenta es cómo resiste Unidas Podemos. Su crecimiento o decrecimiento impactará en la conformación de gobiernos. Por ejemplo, Díaz augur que los socialistas seguramente puedan seguir al frente de la Junta de Extremadura gracias a que los morados subirían en número de escaños y eso amortiguaría el crecimiento del PP por la caída de Cs.

Algo similar puede ocurrir en la compleja Canarias. Allí, tras muchos años de Gobierno de Coalición Canaria, desde 2019 gobierna el PSOE en alianza con Podemos, Nueva Canarias y los regionalistas de la isla de la Gomera. Pero las escisiones rediseñan el mapa del archipiélago africano: la irrupción de Proyecto Drago (de Alberto Rodríguez, ex Podemos) divide ún más el voto de la izquierda; a su vez, Coalición Canaria se ha partido en tres y dos de las formaciones que la integran concurrirán con papeleta propia: el Partido Nacionalista Canario y Unidos por Gran Canaria. Esta fragmentación puede ayudar al PSOE a revalidar.

En La Rioja, el PSOE corre peligro porque las encuestas de opinión dan un crecimiento al PP, pero una escisión del mismo le perjudicaría: conservadores han montado un nuevo partido llamado Por La Rioja. A ello se suma que habrá otra lista regionalista de la España Vaciada, de corte más progresista. Esta vez, Podemos e IU irán juntos, por lo que el seguro triunfo del PP puede no implicar una formación de mayoría.

Algo más al norte, en Cantabria, no hay dudas del triunfo del regionalismo de Miguel Ángel Revilla y solo queda saber si contará nuevamente con los apoyos del PSOE o acudirá al PP.

En Castilla-La Mancha es posible un vuelco electoral y en este caso también dependerá de si Podemos resiste y consigue escaño. La reforma hecha por María Dolores de Cospedal, que Emiliano García-Page prometió modificar y no lo hizo, ahora se le volverá en contra: la reducción de escaños hace que, de facto, haya un suelo electoral del 10% y solo entrarían en el Parlamento el PP, ganando, el PSOE y Vox. «García-Page causa menos rechazo que el PSOE y eso le puede jugar a favor sobre el final de la campaña para lograr mayoría absoluta, porque UP no llegaría a entrar», dice Miguel Díaz López.

LA GRAN DUDA SE LLAMA PAÍS VALENCIÀ

Hay dos sitios al sur del Ebro en los que el PSOE gobierna con Podemos y los soberanistas: uno es Illes Balears y el otro es el País Valencià. En el primer caso, es uno de las pocas regiones en donde Cs resiste un poco más y, a la vez, las encuestas muestran un reforzamiento de los soberanistas de Més per Mallorca. El ascenso del PP en los sondeos es nítido y la llave del Govern la podría acabar teniendo el PI, una especie de Convergència mallorquí, liberal en lo económico, pero que defiende la identidad nacional balear. Otro escenario abierto.

Pero con Madrid no dejando dudas, de las comunidades grandes es evidentemente el País Valencià el mayor anhelo del PP para reconquistarla, tras dos legislaturas del PSPV de Ximo Puig gobernando con Compromís y Podem. «Puig es una figura con buena valoración, pero en escaños el escenario apunta mejor para las derechas. Con que Vox no se hunda, el PP lo tiene más fácil porque recibe en masa los votos de Cs», afirma Díaz.

Los sondeos muestran una caída de Compromís, que ya no lleva a Mónica Oltra como candidata, sino a Joan Baldoví, y Podem estaría al borde de quedarse fuera de lograr un asiento en Les Corts al no superar el piso del 5%.

El País Valencià, centro de poder del PP junto a Madrid en tiempos de José María Aznar, tiene cinco millones de habitantes y es una corriente fuerte de votos para el PP en las elecciones generales. Muchos analistas creen que si los conservadores logran arrebatarle la Generalitat al PSOE, Alberto Núñez Feijóo tendrá parte del camino hecho de cara a su debut en las generales de fin de año.

Empieza la cuenta regresiva para el rediseño del poder en el Estado español.