Joseba ITURRIA
REAL

La mejor manera de despedir la temporada y a Asier Illarramendi

Los blanquiazules cumplieron con su objetivo de llegar a 71 puntos y establecer el récord en 30 victorias en una campaña gracias a los dos goles de Brais y Momo Cho. El mutrikuarra entregó su brazalete a Oyarzabal y su camiseta con el número 4 a Zubimendi.

Illarra fue volteado por sus compañeros con Imanol y Aperribay fellces en la fiesta para despedirlo y celebrar la Champions.
Illarra fue volteado por sus compañeros con Imanol y Aperribay fellces en la fiesta para despedirlo y celebrar la Champions. (Ander GILLENEA | AFP)

La Real celebró la clasificación para la Champions y despidió a Asier Illarramendi en una jornada perfecta en la que acompañó una victoria que permite establecer el récord en una temporada en 30 y llegar a 71 puntos que ayudan a calibrar la regularidad y el mérito del equipo blanquiazul.

Brais Méndez se reencontró con el gol, no marcaba desde que el 31 de diciembre puso fin a una primera mitad de temporada espectacular ante Osasuna, en un primer tiempo en el que los blanquiazules fueron mejores ante un Sevilla que jugó con los menos habituales y dos jugadores del filial en el once, con sólo tres titulares de la final de la Europa League del mércoles.

El Sevilla mejoró en el segundo tiempo y tuvo opciones para empatar en los primeros minutos, pero Momo Cho marcó el segundo gol nada más salir con la derecha. El tanto de Lamela y la decisión de Del Cerro Grande de pitar una falta a Merino y anular un gol a Pacheco no impidieron que la Real pudiera ganar el partido y dar inicio de la mejor forma al homenaje a Asier Illarramendi y a la fiesta de la celebración por la Champions.

EMOTIVO HOMENAJE

Porque por una vez lo más reseñable no fue lo que pasó en los noventa minutos del partido, sino después. Imanol alineó a Illarra de titular y fue despedido con una gran ovación al ser sustituido con un cariño que se repitió en un emotivo homenaje.

El mutrikuarra volvió a salir al campo acompañado de su compañera y del presidente Jokin Aperribay, que le entregó la insignia de oro y brillantes del club, con todos los jugadores y el staff en el círculo del centro del campo. Seguidamente el dantzari Jon Maia bailó en su honor y el presidente blanquiazul le entregó un cuadro con el brazalete de capitán. Illarra colocó otro a Mikel Oyarzabal, su heredero, y entregó una camiseta con su número 4 a Zubimendi, que lo llevará la próxima temporada.

Luego fue volteado por sus compañeros y se escuchó el himno de la Champions que se va a disfrutar la próxima temporada en el Reale Arena y que los jugadores celebraron abrazados en el centro del campo antes de voltear también a Imanol y dar una última vuelta de honor para agradecer el apoyo de la afición.

Illarra recibió una txapela de Bultzada y, cuando se vació el estadio, salió al campo la misma cuadrilla que el mutrikuarra se llevó a su presentación como jugador del Real Madrid para acompañarlo también en su despedida como futbolista de la Real.