El Manchester City de Guardiola logró levantar su primera Champions sufriendo hasta el último suspiro. Los millones invertidos por los propietarios saudies en la última década obtuvieron su codiciada recompensa. El conjunto inglés hizo historia al lograr un triplete tras conquistar Liga, Copa y Champions en la misma temporada. Es la segunda vez que el entrenador catalán logra esos tres títulos en una misma campaña tras hacerlo con el Barcelona en 2009. Le ha costado volver a ganar una Champions, pero Guardiola ha cerrado el círculo.

El conjunto inglés se ha llevado muchos halagos por el magnífico juego desplegado en los últimos años dominando la Premier, pero le tocó ponerse el buzo de trabajo, apretar y ganar sufriendo.

CARÁCTER CROATA

El equipo campeón de la Champions desde 2013 habia contado con un jugador croata en sus filas. El pequeño país balcánico de menos de 4 millones de habitantes se ha convertido en un clásico en los torneos internacionales y Simone Inzaghi apostó por meter a Brozovic en el medio campo. Con el técnico siguiendo cada jugada desde la banda, el Inter se impulsó en el carácter aguerrido del jugador croata para plantar cara al City.

El equipo italiano colocó hasta a cinco jugadores en la medular, cerró los pasillos interiores con eficacia y complicó la circulación del balón de los ingleses. Con Lautaro y Dzeko arriba, le faltó estar un poco más acertado tras robar la pelota. Un disparo desviado de Barella después de un error de Ederson saliendo desde atrás fue su mejor ocasión antes del descasno.

LESIÓN DE DE BRUYNE

El City partía como claro favorito, pero se atascó en la primera mitad y se encontró con grandes dificultades para superar la defensa del Inter. Un tiro de Bernardo Silva en una jugada personal y otro de Erling Haaland a pase de De Bruyne fueron las mejores opciones para abrir el marcador.

El belga, que también lo intentó con otro disparo, tuvo que solicitar el cambio a la media hora de juego por lesión y Foden entró en su lugar. Al equipo inglés se le empezó a torcer la final como en la edición de 2021 ante el Chelsea. De Bruyne, un futbolista fundamental en el esquema ofensivo de Guardiola, también tuvo que ser sustituido en aquella ocasión.

EL GOL DE RODRI

El equipo inglés estaba bloqueado y el Inter se iba creciendo. No terminaba de culminar las acciones, pero era evidente la incomodidad del City que no conseguía imponerse. Dzeko también se marchaba lesionado y salió Lukaku en su sitio. El conjunto italiano dispuso de una clara oportunidad por medio de Lautaro. El argentino se encontró con una pelota dentro del área al dejar pasar Akanji un pase atrás de Bernardo Silva.

Ederson mantuvo a su equipo con vida, mientras Guardiola se tiraba por el suelo desesperado. El City se rehizo y en una escapada de Bernardo Silva por el costado derecho asistió a Rodri para que rematara a las redes con maestría. El medio centro formado en la cantera del Atlético y del Villarreal se ha consagrado, a sus 26 años, como uno de los mejores futbolistas del mundo en su posición y asistía el golpe definitivo en la final.

El Inter reaccionó de inmediato y se fue arriba a por el empate. Dimarco en un cabezazo remató al larguero y Lukaku sacó el segundo intento. El delantero belga dispuso de otra inmejorable ocasión en el tramo final. Sin embargo, Ederson sacó su remate con mucha fortuna y el rebote se fue para fuera. La suerte del campeón que se suele decir.