El hombre que el pasado jueves apuñaló a cuatro niños y a dos adultos en un parque de la localidad alpina de Annecy, un sirio con estatuto de refugiado en Suecia y que llevaba varios meses en el Estado francés como sintecho, fue imputado ayer, pero no por «delitos terroristas», y encarcelado.

La fiscal de Annecy, Lise Bonnet, precisó que ya no se teme por la vida de ninguna de las seis víctimas del ataque, pero siguen hospitalizados tanto los menores (que tienen entre 22 meses y tres años), como uno de los adultos.

La fiscal señaló que el atacante -identificado como Abdelmasih H.-, se ha negado a responder a los interrogatorios de la Policía durante las 48 horas que ha permanecido bajo arresto en la comisaría de esta ciudad de los Alpes franceses antes de ser presentado a los jueces de instrucción.

Un psiquiatra que lo había examinado durante su arresto lo había declarado apto para ser interrogado, y no percibió en él elementos delirantes pese a que durante los interrogatorios no decía más que frases inconexas y se revolcaba por el suelo sin parar.

«EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO»

Los magistrados le han imputado por los delitos de rebelión con arma y, sobre todo, por tentativa de asesinatos, un delito por el que podría ser condenado hasta a cadena perpetua.

Bonnet insistió en que en las investigaciones que se han hecho hasta ahora «no aparece ninguna motivación terrorista». Según los testigos de la agresión, parece que durante el apuñalamiento aludió a su mujer, a su hija y a Jesucristo y portaba una cruz.

El acusado tiene 31 años de edad y tanto su mujer como su hija -de tres años- viven en Suecia, donde él obtuvo el estatuto de refugiado en 2013. En mayo de 2022 se fue de Suecia y estuvo en Italia y en Suiza antes de recalar en el Estado francés, donde ha estado viviendo sin domicilio fijo desde octubre del pasado año.

A su llegada, solicitó el estatuto de refugiado pero la Administración francesa le respondió negativamente el pasado día 4 precisamente porque tenía reconocido ese estatuto en Suecia. Esa cuestión ha motivado una acometida de la derecha y a la extrema derecha en torno al dere- cho al asilo. La izquierda calla.