Iñaki LEKUONA
Profesor
AZKEN PUNTUA

Cielos

Que estás en los cielos, reza aquella plegaria que ha cobrado un nuevo sentido con el envío de otra oración lanzada al espacio por el Vaticano como parte de la misión “Satélites de la Esperanza”. Sobre el coste de la hazaña poco se sabe. Sobre el valor final, puede decirse que será negativo, porque desde que entre en órbita pasará directamente a convertirse en basura espacial. Sin embargo, es comprensible que Roma siga mirando hacia la bóveda celeste, porque lo que ocurre en el orbe terrestre es de no ver. Empezando por la Iglesia misma, que ha vuelto a ser sacudida, en Francia, por otro seísmo. No el de carácter geológico que este viernes ha rozado los seis grados en la escala de Richter con epicentro en La Rochelle; tampoco el deportivo aunque la derrota del Stade Rochelais en la final de la liga haya derrumbado la moral de los fanáticos locales del rugby; sino el ético, casualmente en la misma circunscripción eclesial donde el obispo de la ciudad portuaria, antiguo jefe de Misiones, ha sido acusado de abusos sexuales, fisurando aún más los fundamentos básicos de la moral cristiana. Pero no pasará nada. No hay esperanza para esta Iglesia sin misión alguna, totalmente fuera de órbita y de la realidad mundana, y que no está en los cielos, sino en la puñetera luna.