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Cada cinco segundos, un campo de fútbol menos de bosque virgen

En 2022, se quemó o se taló el equivalente a un campo de fútbol de bosque virgen tropical en el mundo cada cinco segundos, según un informe de Global Forest Watch (GFW) basado en datos obtenidos por satélite. De este modo, se pierde una de las principales herramientas para hacer frente al desafío del cambio climático.

Vista aérea de un incendio forestal en la Amazonía, la zona más afectada.
Vista aérea de un incendio forestal en la Amazonía, la zona más afectada. (Fernand SOUZA | ZUMA PRESS-CONTACTOPHOTO-EUROPA PRESS)

El planeta ha perdido en 2022 una superficie de bosque virgen tropical equivalente al tamaño de Suiza o de los Países Bajos. Se trata de ecosistemas primordiales destruidos en su mayoría por la agricultura y la ganaderías, según un análisis de datos recogidos por satélite que se publicó ayer.

Es el equivalente de un campo de fútbol de árboles tropicales que han sido talados o quemados cada cinco segundos, tanto de noche como de día, a lo largo del año pasado. La superficie destruida es un 10% superior a la registrada en 2021, concluye el World Resources Institute (WRI) o Instituto de Recursos Mundiales, con base en Washington.

Su plataforma de vigilancia por satélite de la deforestación, Global Forest Watch (GFW), ha registrado en 2022 la destrucción de más de 4,1 millones de hectáreas de bosques primarios tropicales, cruciales para la biodiversidad del planeta y el almacenamiento de carbono.

El país más afectado es Brasil, con una superficie destruida que representa el 43% de las pérdidas mundiales, seguido de la República Democrática del Congo (13%) y Bolivia (9%).

Cambio climático

«Estamos a punto de perder una de nuestras herramientas más eficaces para combatir el cambio climático, proteger la biodiversidad y apoyar la salud y los medios de subsistencia de millones de personas», comentó durante una conferencia de prensa Mikaela Weisse, directora de GFW.

Los bosques primarios tropicales destruidos en 2022 liberaron además 2.700 millones de toneladas de CO2, lo que equivale a las emisiones anuales de India, el país más poblado del mundo, según WRI, que dirige el informe.

Así, la aceleración y la destrucción forestal continúa inoxerablemente a pesar de los compromisos adoptados durante la COP26 en Glasgow en 2021 por parte de los principales dirigentes del mundo.

«Desde el comienzo de nuestro siglo, hemos asistido a una hemorragia de algunos de los sistemas ecoforestales más importantes del planeta, a pesar de años de esfuerzos para invertir la tendencia», subrayó Weisse.

A escala planetaria, la vegetación y los suelos absorben cerca del 30% de las emisiones de carbono desde 1960. Unos 1.600 millones de personas, de los que cerca de la mitad pertenecen a poblaciones autóctonas, dependen directamente de los recursos forestales para vivir.

En la República Democrática del Congo, se destruyeron más de medio millón de hectáreas de bosque en 2022, según el informe. Principalmente debido a la agricultura y a la producción de carbón vegetal, vital para los hogares, de los que el 80% no tiene electricidad. El Gobierno ha destinado 500.000 millones de dólares a proteger los bosques, pero su eficacia queda limitada porque sigue permitiendo prospecciones de gas y petróleo.

El 43% del bosque destruido corresponde a Brasil

El 43% de las 4,1 millones de hectáreas de bosque virgen destruido corresponde a Brasil, lo que supone 1,8 millones de hectáreas, según destaca el informe, que subraya que la situación empeoró durante el mandato de Jair Bolsonaro (2019-2023), cuyas políticas flexibilizaron los controles y debilitaron los órganos ambientales.

Durante el gobierno del líder ultraderechista, quien defiende la explotación de recursos naturales en la selva, incluso en reservas indígenas donde está prohibido por la ley, la deforestación de la Amazonía brasileña creció casi un 60% respecto al cuatrienio anterior.

Los expertos de WRI esperan que «se pueda revertir esa tendencia« con el regreso al poder Luiz Inácio Lula de Silva, que redujo drásticamente la deforestación en sus anteriores mandatos (2003-2010). GARA