Koldo LANDALUZE
Entrevista

Liberación a través de la danza

La cineasta y guionista Mounia Meddour debutó con el largometraje con “Papicha, sueños de libertad”, producido en 2019 y ganador del César a la mejor ópera prima así como el César a actriz revelación (Lyna Khoudri). Cuatro años después, la cineasta y guionista argelina regresa con su segundo proyecto en formato largo y reincide en su intento por acercanos a la realidad de Argelia mediante crónicas de mujeres que deben enfrentarse a un sistema opresor.

Si en su ópera prima nos acercó el empeño de una joven que ansía convertirse en diseñadora de moda, en esta ocasión, y nuevamente con Lyna Khoudri en su rol protagonista, nos topamos con una mujer que perseverará en su empeño por hacer realidad su sueño de ser bailarina y a pesar de todo tipo de contratiempos.

En su conjunto, Meddour nos aporta una visión cercana de las nuevas generaciones de mujeres argelinas que comparten su deseo de romper cadenas y afrontar nuevos retos ajenos a una cultura que tiende a silenciarlas.

En este nuevo relato de sororidad y resistencia, la directora compone una muy interesante propuesta basada en una joven bailarina que, para conseguir algo de dinero, participa en apuestas clandestinas. Su vida cambiará por completo cuando, tras haber ganado una fortuna, sufra un ataque físico que la colocará en una difícil tesitura y la llevará a un centro de rehabilitación en el que conocerá a otras mujeres con las que comparte un anhelo de libertad y la necesidad de buscar su propio lugar en el mundo.

Es en este segundo tramo del filme cuando la directora muestra un talento y sensibilidad especial a la hora de transmitir la furia contenida del grupo de mujeres y el vehículo liberador que supondrá para todas ellas la expresión a través de los movimientos de la danza.