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TEL AVIV
VIOLENCIA EN PALESTINA

Israel tilda de «muy precisa» su operación frente a las denuncias

Israel calificó ayer de «muy precisa» la operación militar en Jenin que ha dejado al menos once palestinos muertos, entre ellos tres adolescentes, y miles de huidos del campo de refugiados. Dijo que ha enviado «a sus mejores fuerzas para ser lo más precisos posible». Autoridades palestinas y MSF, entre otros, han denunciado el nivel de destrucción y ataques contra infraestructuras civiles.

Vehículos israelíes disparan gases lacrimógenos en la ciudad cisjordana de Jenin.
Vehículos israelíes disparan gases lacrimógenos en la ciudad cisjordana de Jenin. (Ronaldo SCHEMIDT | AFP)

El portavoz del Ejército israelí, Nir Dinar, aseguró ayer que la operación militar lanzada el lunes en la ciudad cisjordana de Jenin es «muy precisa. No creo que se esté usando una fuerza excesiva. El número de víctimas y muertos no es tan alto como se podría esperar». «Puede parecer que la operación supone destruir Jenin e infraestructuras, pero aunque es una operación a gran escala, es muy precisa. Israel ha enviado a sus mejores fuerzas para ser lo más precisos posible», agregó.

Sin embargo, el alcalde de Jenin, Nidal Obeidi, alertó de que la situación humanitaria es «catastrófica». «Lo que está ocurriendo se asemeja a los efectos de un terremoto. Nos recuerda a los días de la Nakba», en alusión a la expulsión de los palestinos de sus casas y territorios en 1948 tras la fundación del Estado de Israel.

Según la Media Luna Roja Palestina, en menos de 24 horas 500 familias han tenido que huir de sus viviendas en el campo de refugiados de Jenin.

El representante del Consejo Legislativo Palestino Mustafa Barghouti denunció a la cadena BBC que fuerzas israelíes atacaron el hospital principal de Jenin con gases lacrimógenos. Precisó que entre las personas atacadas había periodistas, voluntarios tratando de dar asistencia médica y ambulancias. «Desde helicópteros Apache han bombardeado casas y áreas civiles», remarcó.

El ministro palestino de Salud, Mai al-Kaila, advirtió de que «la situación es muy difícil y dura. Las fuerzas israelíes han destruido muchas infraestructuras civiles, las redes de agua y electricidad están dañadas, especialmente las de dentro del campo de refugiados. Los hospitales están llenos de heridos y parte del personal sanitario no puede acceder a sus puestos de trabajo».

La coordinadora de operaciones de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Jenin, Jovana Arsenijevic, relató que «las incursiones son cada vez más frecuentes y su intensidad parece alcanzar nuevas cotas. Hemos atendido a pacientes con heridas de bala en la cabeza y hemos recibido a 55 heridos». «Llevamos más de 15 horas trabajando y siguen llegan- do pacientes. Es una operación militar de una duración sin precedentes y sigue habiendo víctimas a las que no se puede llegar. Hay que permitir que el personal sanitario acceda sin obstáculos a los pacientes», agregó. Denunció que «las ambulancias han sido embestidas por vehículos blindados y se ha negado sistemáticamente la entrada y salida del campo a pacientes y personal sanitario. El uso de helicópteros de ataque y drones en una zona tan densamente poblada representa un marcado aumento de la intensidad y es indignante».

MSF resaltó que las excavadoras militares han destruido carreteras que conducen al campamento de refugiados, lo que dificulta el movimiento de las ambulancias y ha provocado que los trabajadores médicos y de emergencias tengan que desplazarse a pie.

ATAQUE EN TEL AVIV

Hamas, por su parte, reivindicó el atropello y apuñalamiento ocurrido ayer a las 13.00 horas en Tel Aviv que dejó heridas siete personas, tres de ellas de gravedad. Identificó al atacante, muerto por disparos de un civil, como Abdel-Wahhab Issa Hussein Khalayleh, de 20 años y natural de Hebrón, quien embistió con su coche a un grupo de peatones frente a un centro comercial y, luego, apuñaló a varias personas. Fuerzas israelíes expulsaron de su casa a su familia.

Osama Hamdan, de Hamas, dijo en Beirut que el ataque fue «en respuesta» a la operación militar sionista. «Es el inicio de la respuesta al crimen cometido en Jenin», incidió.

Entre las reacciones en la esfera internacional a la operación israelí, la titular alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, defendió «el derecho de Israel a defenderse del terror» y «proporcionalidad». El primer ministro británico, Rishi Sunak, también respaldó «el derecho de Israel a defenderse», si bien le instó a que «se adhiera a los principios de proporcionalidad cuando defienda sus legítimos intereses de seguridad».



Superpoblado y foco de operativos militares

El campo de refugiados de Jenin, el más septentrional de Cisjordania, alberga una población estimada en más de 20.000 personas en un área que no llega al medio kilómetro cuadrado, según cifras de la agencia de la ONU para la población refugiada de Palestina (Unrwa). Sus residentes sufren una de las tasas más altas de desempleo y pobreza de Cisjordania, que se han agravado desde que Israel revocara muchos permisos de trabajo y por los fuertes controles militares de entrada y salida. Una situación que afecta especialmente a los jóvenes.

En el último año se ha convertido en el principal objetivo de las redadas israelíes. En la Segunda Intifada, en abril de 2002, el Ejército entró en la ciudad y el campamento fue declarado zona militar cerrada, impidiendo todo tipo de acceso e imponiendo el toque de queda.GARA