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JENIN

Abbas visita Jenin una semana después de la última masacre israelí

Mahmud Abbas visitó el campo de refugiados de Jenin una semana después del final de la operación militar israelí que mató a doce palestinos, incluidos tres menores, y devastó su infraestructura, en un contexto en que la ANP pierde cada vez más control y legitimidad.

Mohamed Stayyeh y Mahmud Abbas, en su visita al cementerio del campamento de Jenin.
Mohamed Stayyeh y Mahmud Abbas, en su visita al cementerio del campamento de Jenin. (Zain JAAFAR | AFP)

El presidente de la Autoridad Palestina (ANP), Mahmud Abbas, llegó ayer a Jenin, su primera visita desde 2012 a esta ciudad de la Cisjordania ocupada y la primera desde 2004 al homónimo campamento de refugiados, una semana después de la última masacre israelí, que dejó doce palestinos muertos, entre ellos tres adolescentes.

En su corta visita quería ver de primera mano la situación de los ciudadanos y seguir el progreso de reconstrucción del campo de refugiados, donde viven casi 24.000 palestinos y donde aún es palpable la devastación provocada por la operación militar israelí que duró dos días, incluyó mil soldados y ataques con drones, y fue la más dura desde el fin de la Segunda Intifada hace cerca de dos décadas.

La ofensiva pretendía cortar de raíz la Brigada de Jenin, grupo que integra a combatientes de varias facciones y que tras fundarse hace un año ganó peso en el campamento, mientras la ANP que lidera Abbas y sus fuerzas de seguridad han perdido influencia y el control de la zona, en un momento de crecimiento de milicias locales en el norte de Cisjordania -bastión de la resistencia armada palestina- y de recrudecimieto del conflicto, que ha convertido 2023 en el año más letal en dos décadas.

Acompañado de altos cargos de su Gobierno, Al-Fattah y la OLP, Abbas fue al cementerio del campo, donde fueron enterrados nueve de los doce palestinos abatidos por el Ejército sionista, e hizo una ofrenda floral ante sus tumbas «recordando su rol patriótico». «El campo de Jenin es un icono de lucha, constancia y desafío», declaró tosiendo y con dificultades debido a su avanzada edad -tiene 87 años- ante cientos de personas.

La semana pasada altos cargos de la ANP y Al-Fatah fueron expulsados del funeral por los muertos de Jenin entre gritos de los asistentes. Aquellos días palestinos atacaron comisarías de la ANP, cuyas fuerzas de seguridad se retiraron cuando las tropas israelíes entraron en el campo.

Desde hace años, la coordinación de seguridad de la ANP con Israel -establecida con los Acuerdos de Oslo- ha restado credibilidad al liderazgo palestino, considerado para muchos como títere de los intereses israelíes. La semana pasada, ante la operación de Jenin, la ANP anunció que cortaba su cooperación con Tel Aviv, algo que ya ha hecho en el pasado sin que se haya materializado por completo.

Los rastros de destrucción y las cicatrices de combates eran aún muy evidentes ayer en el campo, que Abbas se comprometió a reconstruir, al tiempo que llamaba a la unidad.

Hoy, una semana después de la retirada israelí, muchas casas siguen sin acceso al agua potable tras quedar destruida la red de agua local, según la ONU. El alcantarillado también sufrió daños significativos y hay al menos ocho kilómetros de tuberías destruidas.

Al menos 40 familias -unas 173 personas y entre ellas 65 menores- siguen sin poder volver a sus casas. 460 viviendas y sus entornos sufrieron graves daños, mientras que 23 fueron destruidas y 47 están «inhabitables».

Asimismo, las fuerzas israelíes destruyeron casi cuatro kilómetros de carreteras y vía pública, lo que crea problemas para el acceso de vehículos y servicios básicos.