Joseba ITURRIA
BELLEVILLE B.
Entrevista
Ion Izaguirre
Corredor del Cofidis

«Espero que nuestras victorias animen a los jóvenes a practicar el ciclismo»

El ciclista de Ormaiztegi explica que ni se ha relajado porque Lafay cumplió con el objetivo del Cofidis en Donostia ni ha querido esperar a la etapa del sábado con un final idéntico a la que ganó en 2016 en Morzine. Desde que se sintió con buenas piernas el domingo ha buscado todos los días la escapada y está feliz por rematar en la primera que ha cogido.

(Thomas SAMSON | AFP)

 

Ion Izagirre (Ormaiztegi, 1989) atiende a GARA en la única entrevista que dio tras bajar del podio y cumplir con todos los compromisos sin poder evitar el apretón de manos, el abrazo y la felicitación por darnos a todos los vascos la segunda gran alegría en un Tour inolvidable desde su inicio en Euskal Herria. Estaba escrita de antemano otra entrevista suya con la idea de publicarla hoy antes de la etapa de Morzine, y el de Ormaiztegi no quiso esperar.

¿Cómo ha sido la segunda victoria en un Tour?

Difícil, porque desde la salida ha sido muy caro entrar en la escapada. Ha habido mil ataques por todas partes. No sabías si era el grupo o el ataque bueno, porque lo han intentado muchos equipos y muchos corredores. Ha habido un descontrol y en una especie de bajada hemos conseguido escaparnos algunos con Andrey y Matteo, abrimos un hueco y ahí se ha creado la escapada. Luego ha entrado más gente desde detrás y, cuando ya estaba hecha, hemos analizado a los escapados, a ver cómo puedes conseguir la victoria.

No era fácil la táctica porque todos eran muy fuertes...

En la penúltima subida he preferido levantar un poco el pie y subir a mi ritmo porque había muchos ataques y esas arrancadas a estas alturas del Tour hacen mucho daño. Es verdad que el grupo de Guillaume se me ha ido un poco, porque en la bajada no los he cogido, pero sí a pie del último puerto con la ayuda de Amador y Stuyven. Me han dicho y he visto que Pinot, Mathieu y Jorgenson estaban por delante y que Guillaume Martin trabajaba para atraparlos. Le he echado una mano y con las fuerzas de los dos los hemos atrapado. Entonces nos hemos empezado a mirar y he intentado pegar ahí el ataque, con la intención de ver si me quedaba solo y si llegaba a meta.

Hablamos después del inicio en Bilbo que no se sintió bien y en el Puy de Dôme, que comentaba que estaba mejor...

Sí, al principio me costó, en casa me faltaba ese punto de ritmo y también la de Bilbo fue una etapa muy explosiva con Pike Bidea, que no se adapta a mis características. En la de Donostia pinché antes de Jaizkibel y perdí todas mis opciones. Pero en los últimos días me estaba encontrando muy bien. El domingo en la del Puy de Dôme me desperté con muy buenas piernas, con ganas de coger la escapada y me quedé un poco triste y frustrado porque salí a la mitad de los contraataques y la escapada se formó en el primero de salida. El martes en los primeros cortes estuve atento, pero se vio cómo de duro fue el inicio, Bardet y Gaudu se quedaron cortados, y no pude recuperar los primeros esfuerzos y al final me quedé sin opciones. Me faltaba coger la escapada y que luchara la victoria de etapa. Ha sido el primer día que he cogido la buena y mejor no ha podido terminar.

Lejos de relajarse por ganar una etapa Cofidis no han parado de buscar otra sin querer esperar a la de Morzine.

El objetivo era repetir y me daba igual donde, en Morzine o en cualquier otra parte. Tenía que intentarlo todos los días, no tenía muchas opciones de elegir. Hablamos después del día de descanso con Bingen Fernández y Gorka Gerrikagoitia que teníamos que pelear cada etapa, porque no sabes cuando puede ser el mejor día y en adelante también vamos a seguir en esta dinámica. El equipo está motivado y ¿por qué no estar en la pelea por otra etapa? Para nosotros, un equipo francés, y tras no ganar en quince años, hacerlo en la segunda con Lafay nos quitó un peso, pero no nos ha sacado de carrera. Todo lo contrario. Nos ha dado mucha moral a todos, staff y corredores, y esta segunda victoria nos va a dar tanta como la anterior.

La victoria tiene similitudes con la de Morzine, que también se la jugó en la bajada...

Sí, los puertos son diferentes, muy duros los de Morzine, éstos no lo han sido tantos. Pero la misma etapa de Morzine fue muy dura, con muchos altibajos y los últimos tres puertos tenían dureza. Es verdad que esta vez del último alto a la meta había muchos kilómetros, pero me he encontrado muy bien y, por suerte, hemos conseguido otra victoria.

Esta vez no llovía como entonces y no ha habido que arriesgar tanto como con Nibali y Pantani con la lluvia...

En la primera parte un poco sí, no quería que los de detrás tuvieran la referencia visual, porque eso les ayuda mucho. Siempre te motiva cuando vas por detrás, entonces he preferido arriesgar un poco al principio, que era muy técnico, he tenido un par de sustos, pero luego se podía llevar bien el resto de la bajada porque la carretera era bastante ancha.

¿Qué se siente cuando se tiene un minuto de ventaja para disfrutar de la victoria?

No es lo mismo ganar como Pello, en el sprint que es más emocionante, o como yo. He tenido la opción de disfrutar el último kilómetro y de pensar cómo celebrar la victoria.

Hay siete vascos en carrera y es muy difícil ganar dos etapas en tres días de ese nivel. Está la afición encantada...

Eso espero, que valgan y que a los jóvenes los animemos a practicar nuestro deporte. Sabemos el nivel que tenemos y si vale también que el Tour salga de Euskal Herria para que salgan nuestros ciclistas del futuro pues será bienvenido. Que alguien de casa como Pello gane una etapa como la ganó y dando un salto en la general es agradable verle ahí arriba. Con la celebración especial dedicándole la victoria a Gino Mäder, fue muy emotivo.