La Corte Internacional de Justicia (CIJ) sentenció ayer, por 13 votos contra 4, que Nicaragua no puede extender su plataforma continental más allá de las 200 millas náuticas que delimitan su frontera marítima con Colombia, en una disputa histórica entre ambos países por una zona con reservas de gas y petróleo.

Asimismo, el máximo tribunal internacional que dirime los conflictos entre Estados rechazó que el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina esté dentro de los límites de la frontera marítima de Nicaragua.

La Corte, por tanto, confirmó los límites marítimos que ya fijó en 2012, cuando otorgó la soberanía de esas islas a Colombia, pero le obligó a ceder casi 75.000 kilómetros cuadrados del mar Caribe al país centroamericano.

Pese a esa sentencia, Managua consideraba que existe una prolongación natural del continente que se extiende más allá de sus 200 millas marítimas y que se solapaba con la zona de exclusión de Colombia.

La Corte Internacional ha concluido que, «conforme al derecho internacional consuetudinario, el derecho de un Estado a una plataforma continental más allá de las 200 millas náuticas (...) no puede extenderse dentro de las 200 millas náuticas a partir de las líneas de base de otro Estado», independientemente de cualquier consideración científica y técnica. La sentencia es vinculante, pero su aplicación depende únicamente de la voluntad de los Estados.

Pese a la decisión, el agente nicaragüense ante la CIJ, Carlos Argüello, aseguró que su país ha «salido bien».