Iratxe FRESNEDA
Docente e investigadora audiovisual

No importan los años, importa el talento

Al ver a Harrison Ford en la cartelera encabezando el elenco de la última de las películas de la saga Indiana Jones (“Indiana Jones y el dial del destino”) me han venido a la cabeza decenas de comentarios dedicados a la edad del actor y a las críticas que acaparó su lanzamiento entre ciertos sectores de la prensa especializada. Para mi sorpresa, todas estaban vinculadas a la “madurez” del actor y a su incapacidad para encarnar su papel debido a su edad. Aún no encuentro la relación que puede existir entre las arrugas y el pelo canoso y la falta de profesionalidad o talento.

Harrison Ford es parte de la cultura del siglo XX y XXI. No hace falta ser un experto para reconocer este hecho y su fuerza ante la cámara. Las figuras icónicas a caballo entre los siglos XX y XXI desaparecerán y nos quedaremos un poco huérfanas, eso sí, a sabiendas que la nueva savia ocupará su lugar. Envejecemos, con un poco de suerte, envejecemos. Y a sabiendas de que algunos seres llevan el paso del tiempo mejor que otros, cumplir años es inevitable.

Sí, tú también, con suerte o sin ella, envejecerás, así que vayámonos curando de la gerontofobia, una de las mayores causas de exclusión social y desigualdades de los males del mundo occidental.

Si Harrison Ford la sufre, pensemos en cómo la padecen nuestras vecinas de al lado.