Rusia confirmó ayer que no renovará el acuerdo para la exportación del grano ucraniano a través del mar Negro, considerado como uno de los mayores triunfos diplomáticos -logrado gracias a la mediación de Turquía y de Naciones Unidas- desde el inicio del conflicto y clave para la entrega de ayuda humanitaria a los países necesitados de África y el sureste de Asia. El acuerdo expiró ayer y hasta la confirmación de Moscú se confiaba en una nueva extensión.

Rusia asegura que sus intereses no están suficientemente representados en el acuerdo. Según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, «apenas se cumpla la parte rusa» de los acuerdos su país «inmediatamente volverá a implementar este acuerdo». Moscú amenazó varias veces con abandonarlo al denunciar que sus intereses han sido ignorados. «Solo cuando se reciban resultados concretos y garantías, y no promesas, Rusia estará dispuesta a considerar el restablecimiento del acuerdo», declaró la Cancillería.

Según el Kremlin, no se han cumplido las cláusulas que permiten la exportación de alimentos y fertilizantes rusos. Tampoco la reconexión de su banco agrícola, Rosseljozbank, al sistema bancario internacional SWIFT, el desbloqueo de la logística y seguros de transporte o el levantamiento de sanciones sobre las piezas de recambio de la maquinaria agrícola, aspectos contenidos en un memorándum firmado entre Rusia y la ONU que Moscú considera de cumplimiento obligatorio.

El acuerdo permite a Ucrania exportar su cereal a través del mar Negro para entregarlo a los países más vulnerables. Pero Rusia denuncia que la mayoría va a parar a los mercados europeos y que no se ha cumplido el principal objetivo del pacto, que es entregarlo a los países más necesitados, particularmente africanos.

Según datos del Centro de Coordinación Conjunta que supervisa el acuerdo, China y Turquía son los principales beneficiarios, junto con las economías desarrolladas.

Sin embargo, el PMA asegura que gracias al pacto ha socorrido a una decena de países en situación crítica como Afganistán, Sudán o Yemen.

En el último año, el pacto, firmado en julio de 2022, se ha renovado dos veces. Ayer Turquía y la ONU trabajaban in extremis para intentar otra renovación. La ONU, que propuso facilitar las transacciones financieras a Rusia para salvar el acuerdo, daba ayer por la tarde por segura su extinción.

MANTENER EL CORREDOR OPERATIVO

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, subrayó la necesidad de hacer todo lo necesario para mantener operativo el corredor del grano, incluso sin la participación de Rusia, y dijo que su país no había violado el pacto: «Está rompiendo sus acuerdos con el secretario general de la ONU, [António] Guterres, y con el presidente [turco, Recep Tayyip] Erdogan, no con nosotros. Nosotros no teníamos ningún acuerdo con ellos».

Guterres, por su parte, afirmó que «será un golpe para los necesitados en todas partes». «Cientos de millones de personas se enfrentan al hambre y los consumidores se enfrentan a una crisis global del coste de la vida. Ellos pagarán el precio», insistió. En ese sentido, destacó que ayer mismo ya se produjo una subida de los precios del trigo, que el acuerdo del mar Negro ayudó durante meses a estabilizar.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tildó de «medida cínica» la decisión y reiteró el compromiso de la UE para garantizar la seguridad alimentaria de los países más pobres. El jefe de política exterior, Josep Borrell, culpó a Rusia por usar el hambre como arma. También de «decepcionante» calificaron la decisión Berlín, Londres y París, que instaron a Moscú a renovar el acuerdo.

EEUU acusó a Rusia de cometer «otro acto de crueldad» al «tomar a la humanidad entera como rehén».

Moscú culpa a Kiev del ataque mortal al puente de Kerch

El puente de Kerch que une la península de Crimea con Rusia y es una importante vía para el suministro de las tropas rusas en Ucrania quedó ayer cortado después de que una explosión destruyera un tramo y matara a un matrimonio e hiriera a su hija. Moscú atribuyó a Kiev el ataque -aseguró que fue obra de dos drones acuáticos ucranianos-, mientras que Ucrania especuló con la responsabilidad de Rusia para «distraer» a la opinión pública. El presidente ruso, Vladimir Putin, prometió una respuesta.

Los pilares del puente ferroviario de Crimea, paralelo al automovílistico, no sufrieron daños a causa del ataque de la madrugada, según declaró el vice primer ministro ruso, Marat Jusnulin.

Se trata del segundo golpe importante que sufre este viaducto desde octubre, cuando un camión-bomba voló dos secciones.GARA