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«La IA es política: tenemos que interesarnos en lo que está pasando»

«La Inteligencia Artificial (IA) es una cuestión política: tenemos que interesarnos en lo que está pasando para participar en ello y que no caiga únicamente en manos de unos pocos». La frase es de Mabel Palacín (Barcelona, 1965), autora de “El trayecto” y “The Track”, dos videocreaciones en las que, a través de las imágenes rodadas con un prototipo de un coche autónomo, nos enfrenta a nuestros fantasmas y a los de las nuevas tecnologías.

Una imagen del trabajo de Mabel Palacín, realizada con las cámaras de un prototipo de coche autonómo. (Oskar MATXIN | FOKU)

En la sala 4 del Museo de Bellas Artes de Bilbo, se proyectan desde ayer y hasta el 17 de setiembre dos videocreaciones que, cuando menos, nos hacen pensar. Son “El trayecto” y ‘The Track”, dos trabajos de Mabel Palacín. Muy diferentes, pero paralelos -uno, más cinematográfico, en blanco y negro, y hecho para el ojo humano; el otro, la realidad tal y como la verían las máquinas-, ambos trabajos dan pie a muchas reflexiones sobre algo que ya está aquí.

Artista pionera en la exploración del modo en que las imágenes dan forma al mundo contemporáneo, Mabel Palacín utilizó un prototipo de coche autónomo, sin conductor. Y lo que se ve en sus trabajos dispara todas las alarmas, aunque, al menos, consuela saber que Palacín no ve futuro a este tipo de vehículos precisamente por lo que puedan llegar a atentar contra la privacidad de los humanos. El vehículo pasa a tu lado y accede a tus redes.

NUESTRA FORMA DE VER EL MUNDO

Mabel Palacín obtuvo en 2018 una de las becas del programa Multiverso de la Fundación BBVA y el Bellas Artes de Bilbo para un proyecto que es el que está ahora en Bilbo. Llevó el prototipo a una zona cercana a Barcelona muy curiosa, casi desértica, donde el Ayuntamiento repetidamente se ha negado a la apertura de una tercera pista del aeropuerto. Entorno protegido en lo natural y cultural, situado en el delta del Llobregat, los únicos humanos que se ven son tres actores a los que las doce cámaras del vehículo graban y el software identifica. Lo que se ve tiene un aire a Google, a videojuego.

Si bien la narración ha sido hasta ahora característica de la mirada humana, la artista se planteó el papel que la constante creación de imágenes automatizadas desempeña en la configuración de nuestro entorno visual cotidiano y nuestra imaginación: «La cámara es una máquina que cambia nuestra manera de ver el mundo y nuestra manera de vivir, como el coche. Cámaras y coches son dos tecnologías fundamentales de la cultura que definió al siglo XX, y su combinación en el coche autónomo abre una infinidad de posibilidades».

Por ejemplo: ¿habíamos caído en que «las imágenes han dejado de dirigirse al ojo humano y han dejado de colocarnos en el centro de la realidad», como apunta la artista? «Lo más alucinante es lo de colocar al ojo humano en otra posición -explicó ayer-. Hay imágenes que sirven para la comunicación operativa entre las máquinas e imágenes que están destinadas a los humanos. Ahora ya hemos pasado a un momento en el que es mayor el volumen de imágenes que va a las máquinas que las que van al ojo humano».

Avisados quedamos. «Pero como no vamos a renunciar a la IA, porque los humanos somos así, hay que buscar la manera de cómo convivir con ello. Ya, de entrada, nos está obligando a reformular conceptos que concebimos de cierta manera; es decir, privado y público no es lo mismo ahora que antes. Para la gente muy joven, además, no es lo mismo que para mí. Ahora, además, es difícil aceptar la realidad sin una confirmación de software al lado, porque la realidad tiene algo de incompleto para todos nosotros si no tenemos esa confirmación».

Después del verano, Multiverso expondrá las videocreaciones “Unseasonal Autumn” (Otoño infinito) (2020), de Nadia Hotait; “Armonías de senectud” (2020), de Manu Arregui y “Los flamencos/Las flamencas” (2021), de Pedro G. Romero.