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Junto a Ayuso, un Feijóo trumpista embiste contra el «sanchismo vil»

Alberto Núñez Feijóo, en el acto electoral de anoche en Madrid. (Pierre-Philippe MARCOU | AFP)

Con una andanada de agravios como nunca en campaña, Alberto Núñez Feijóo acusó a Pedro Sánchez de «no tener límites en la bajeza» y hasta de haberlo «amenazado e insultado». Críticas a los soberanistas y pedido de «no confiarse», en el último acto «popular» en Madrid.

El exconsejero de Sanidad Enrique Ruiz Escudero se secaba el sudor y abrazaba con mlitantes. El hombre que comandó Madrid cuando murieron 7.00 mayores en las residencias con los llamados «protocolos de la vergüenza» ahora es premiado con el cargo de senador autonómico y ofició como animador de la militancia. Es el PP madrileño, con la impunidad que lo caracteriza, gracias al, también hay que decir, triunfo arrasador de las autonómicas de mayo.

Unos 3.000 simpatizantes se acercaron a Puente del Rey, sobre el río Manzanares, en una de las entradas más bellas de ese parque nacional que es la Casa de Campo. Con dos pantallas gigantes y muchas banderas españolas, se esperaba al candidato Núñez Feijóo.

A diferencia de otros cabezas de lista del PP, el expresidente de la Xunta no va a cerrar la campaña en Madrid sino en A Coruña, previo paso por Málaga y un raid mediático por radio y TV. El de ayer fue su segundo y último mitin en la capital del Estado, y su discurso estuvo precedido por los de la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, y del alcalde Martínez-Almeida.

El tono moderado que trató de imprimir Feijóo a su gestión al frente del partido alfa de la derecha española desde que sustituyó a Pablo Casado ha quedado en el pasado, como un viejo anhelo que sucumbió ante la tentación trumpista. La embestida verbal contra lo que llama «el sanchismo» ha sido brutal y dista de ser de un aspirante con el triunfo garantizado.

«Sánchez ha desprotegido el Estado despenalizando la sedición, ha pisoteado la imagine internacional de España y le da el beso de la vergüenza a (la ministra venezolana) Delcy Rodríguez», decía mientras sus simpatizantes le hacían poco caso y daban aplausos insípidos.

Observado por el jefe de campaña, Borja Semper, Feijóo afirmó que el líder del PSOE «no ha tenido límites en la bajeza de su campaña» y que los ha «amenazado e insultado». Cómo no, disparó contra los soberanistas: «Tampoco ha habido límites en la indignidad en las cesiones a Bildu y ERC», augurando que habrá un referendum de autodeterminación en la CAV y Catalunya si Sánchez continua.

«VOLVAMOS A UNIRNOS EN TORNO A ESPAÑA»

«Tenemos que votar, que la democracia salga reforzada ante tanta vileza. Propongo que los españoles volvamos a unirnos en torno a España», añadió. Aunque que no busca «venganza», sí reiteró que va a «derogar» lo que haga falta.

También consideró que «ya está bien» con la costumbre del PSOE de no dejar gobernar al PP si no obtiene mayoría absoluta, y que condene sus pactos con Vox «cuando ellos pactan con todos». Además, se permitió una ironía al pedir el voto «a los indignados del 15M que el PSOE traicionó».

Con anterioridad, Isabel Díaz Ayuso no defraudó y opinó que Sánchez «es un presidente que no respeta nada, ni al calor» y se preguntó «cuánto tiempo costará recuperar el prestigio de España, que ya no pinta nada en el mundo». También se refirió al debate de Sánchez, Yolanda Díaz y Santiago Abascal al cuestionar «las mentiras» que dijeron y buscó poner sal en la herida de Sumar: «¿Dónde está la señora Montero? Díaz no dijo ni una palabra de la gente que la puso allí, porque ella es hija del matrimonio (en alusión a Montero y Pablo Iglesias)».

En tono revanchista, reclamó que Sánchez «no puede irse sin dar explicaciones» y reivindicó «la España real, la que no vocifera, la que no espera la subvención» frente a los partidos de la mayoría de la investidura que «son la antítesis de Madrid».

Algunas banderas venezolanas y una boliviana daban la nota entre las rojigualdas y las azules del PP en un mitin breve que tuvo la suerte de transcurrir con 32°C con un sol ya en ocaso, tras los abrasadores 40°C del día anterior.

«Estoy aquí porque no aguanto más a Sánchez y creo que Feijóo va a salvar a España de esta banda», declara a GARA Gloria, de 72 años, con la bandera del PP en una mano y a su nieta agarrada con la otra. A diez metros está José Luis, un comerciante de 52 años, que se acerca a escuchar el diálogo y defiende al líder gallego frente a Casado: «Ahora tenemos un líder serio, la etapa anterior mejor olvidarla». El domingo se sabrá hasta dónde llega el éxito de la era Feijóo.