El Mundial de Australia y Nueva Zelanda añadirá nuevos nombres a la enciclopedia del fútbol. Algunos ya suenan, otros permanecerán y también habrá los que se olviden pronto. Todos lo tendrán difícil para superar al quinteto de rockeras que pueden estar disputando su último Mundial, ya en la recta final de una carrera repleta de récords.

Empezando por el número de participaciones, que encabezan la nigeriana Onome Ebi -la futbolista más veterana en este torneo, con cuarenta años cumplidos el pasado mayo, un mes antes que Sinclair-, la canadiense Christine Sinclair y la brasileña Marta, que alcanza su sexto Mundial con tres años menos que sus dos compañeras tras haber debutado en USA 2003 con solo 17 años. Las dos últimas, que también coleccionan participaciones en los Juegos -cinco la brasileña, cuatro la canadiense y precisamente la cercanía de Paris 2024 podría llevarles a aplazar su retirada- afrontan la cita con un aliciente añadido, convertirse en las primeras futbolistas que marcan algún gol en seis Mundiales y superar a Cristiano Ronaldo, que les igualaba el pasado otoño en Catar. La gran marca de la brasileña, en cualquier caso, parece inalcanzable, con los 17 goles que ha repartido en las cinco ediciones anteriores.

En un arranque de Mundial agridulce, Sinclair, la única de las tres futbolistas que fue titular en el primer partido, tuvo la posibilidad de romper el triple empate con Marta y Ronaldo, pero Nnadozie detuvo su lanzamiento de penalti, obligando a Canadá a repartirse los puntos con Nigeria en un partido en el que Ebi ni siquiera se vistió de corto. Sí lo hizo Marta, pero tampoco marcó, en el apenas cuarto de hora que disputó en la goleada de Brasil frente a Panamá. Una suplencia a la que no le dio demasiadas vueltas, consciente de lo poco que le ha faltado para perderse este Mundial después de romperse el ligamento anterior hace solo 16 meses. Pia Sundhague ya había advertido de que la «10» difícilmente podría jugar de inicio, aunque tampoco ha querido renunciar a su magia en el campo y su ascendente en el vestuario.

También hubo minutos, pero no titularidad para Megan Rapinoe, la única de este póker de rockeras que ha confirmado que no solo este será su último Mundial, sino que, recién cumplidos los 38, colgará las botas a fin de año. Frente a todas las distinciones individuales de Marta, la estadounidense es la más laureada a nivel colectivo, con sus dos títulos Mundiales y sus oro y plata olímpicas, aunque su actuación en Francia 2019 también le valió un aluvión de galardones, incluyendo el FIFA The Best y el Balón de Oro. Es, además, la más mediática de este quinteto de récord, un icono por su juego, su estilo personal y su implicación en diferentes causas, empezando por la equiparación salarial de las internacionales estadounidenses, una batalla de la que salieron ganadoras.

Es bastante más discreta la única europea de esta lista de ilustres. Una Caroline Seger que sigue renovando su récord de internacionalidades del fútbol continental -ya son 235 tras disputar el domingo los últimos minutos ante Sudáfrica- y que defiende por quinta ocasión la camiseta de Suecia en el Mundial. También por los pelos, tras haber superado una lesión que le ha marcado el último año, pero con la ilusión de añadir otra muesca a un palmarés en el que ya lucen dos bronces mundiales y dos platas olímpicas.