La Defensoría europea investiga a Frontex por el naufragio del Ariadna

La Defensora del Pueblo Europea, Emily O’Reilly, ha abierto una investigación sobre el papel que desempeña Frontex en las operaciones de búsqueda y rescate de migrantes en el Mediterráneo y, específicamente, en la actuación de la agencia en el caso naufragio del barco Adriana, con cientos de muertos y desaparecidos, frente a las costas griegas.

La Defensoría del Pueblo Europeo ha abierto una investigación para aclarar el papel de Frontex (Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas) en las operaciones de rescate tras el naufragio de un barco de migrantes frente a las costas de Grecia, que dejó cientos de muertos y desaparecidos en junio.

«Se aseguró que Frontex había alertado a las autoridades griegas de la presencia del barco y ofreció ayuda, pero lo que no está claro es lo que podría o debería haber hecho», señaló la Defensora del Pueblo europea, Emily O'Reilly, que lleva a cabo la investigación en paralelo a la de las autoridades griegas sobre sus propios guardacostas.

La precaria y sobrecargada embarcación de migrantes, que partió de Libia, naufragó frente a las costas de Grecia en la noche del 13 al 14 de junio, con unas 750 personas a bordo, de las cuales sobrevivieron 104, se recuperaron los cuerpos de 82 y el resto son cientos de desaparecidos en el mar.

Se trata de una de las mayores tragedias migratorias en el Mediterráneo.

Los contados testimonios de los supervivientes, encerrados en el Centro de Recepción e Identificación de Malakasa, al norte de Atenas, relataron doce horas de espera con la única asistencia de dos buques mercantes que no podían rescatarlos. Las imágenes de la saturada embarcación constata que los guardacostas griegos conocían su situación. Además, los supervivientes relataron que estos llegaron a tratar de remolcarla con un cabo, lo que provocó el zarandeo del barco y su hundimiento.

Aun así, los únicos imputados por la tragedia son nueve personas que iban a bordo, acusados de tráfico de personas, pero que alegan que habían pagado por el pasaje.

O'Reilly coordina su investigación con el defensor del pueblo griego, Andreas Pottakis, que se encarga de examinar cómo se ocuparon las autoridades griegas de la emergencia del barco Adriana.

El jefe de Frontex, Hans Leijtens, aseguró que estaba dispuesto a cooperar «con total transparencia» para explicar el papel de la agencia.

Además de este caso, la Defensora del Pueblo también ha pedido informes de otros incidentes recientes que supusieron pérdidas considerables de vidas en el Mediterráneo y los detalles sobre cómo comparten la información sobre búsqueda y rescate Frontex y las autoridades estatales.

También quiere investigar si hay normas específicas para el uso de cámaras instaladas en los barcos durante las operaciones. En el caso del hundimiento del Ariadna, no se grabó la operación.

La Defensoría del Pueblo Europea recuerda que corresponde a la UE «garantizar que actúa de un modo que preserva los derechos fundamentales y no pierde de vista el sufrimiento humano que obliga a las personas a buscar una vida mejor más allá de sus países de origen».

Muertas de sed en el desierto

A las imágenes de los cuerpos de Fati Dosso y su hija Marie, halladas en el desierto libio muertas de sed, se añadió ayer la de un padre y su hijo y otras dos personas que encontró la Guardia Fronteriza de Libia. Son algunas de los cientos de personas abandonadas en el desierto en el marco de la política xenófoba de la dictadura tunecina, que ha trasladado allí, sin agua y comida y bajo temperaturas extremas, a muchos de los que se encontraban en la ciudad portuaria de Sfax. La campaña de violencia xenófoba contra los migrantes subsaharianos que desde allí intentan alcanzar Europa se ve alentada por la UE, que acaba de firmar un acuerdo por el cual el país norteafricano se compromete a ejercer de policía fronteriza a cambio de una ayuda de unos mil millones de euros. La Defensora del Pueblo europea también ha pedido información sobre ese pacto.GARA