Fede DE LOS RÍOS
JOPUNTUA

Entre nacionalcatolicismo y socialdemocracia timorata

Hétenos aquí a la espera del recuento de los votos CERA y ERTA que al parecer arrebatan un escaño al PSOE y dándoselo al PP encarnado en el tránsfuga García Adanero, ese hombre áspero y bronco, difícil de ver y aún más de escuchar su atropellada letanía «ETA-Bildu-gobierno Frankenstein-Sánchez». Siempre, el adonis navarro, mordiendo cada palabra. Pero esta Roma mussoliniana sí paga traidores y es una pena que se nos vaya a Madrid; los plenos del Ayuntamiento iruindarra serán más aburridos, huérfanos de su oratoria con sus monocordes y previsibles filípicas. Si Demóstenes tartamudeaba, éste ni eso, repite el mismo sinsentido, como si el mundo no lo entendiera, causando hilaridad en propios y extraños.

Causa pesadumbre el comprobar que son los votos de las vascas y vasco y catalanas y catalanes los que han frustrado un gobierno de extremas derechas en lo que algunos llaman España. Cuando se oye decir a dirigentes políticos de la socialdemocracia que España ha frenado la llegada de la extrema derecha a los gobiernos europeos, quizás deberían matizar y concretar un poco el mapa electoral y fijarse en lo que su etnocentrismo geográfico llama «la periferia».

Otra vez más, en manos de esos, a los que los nacionalcatólicos de PP-Vox y algunos «socialistas buenos» y «los socialistas de Page» como los define el señorito Espinosa de los Monteros, llaman la anti-España.

Otra vez en manos de «nacionalistas sabinianos», «bilduetarras» y «golpistas catalufos» está el que no ocupe el gobierno «esa España inferior que ora y bosteza, /vieja y tahúr, zaragatera y triste; /esa España inferior que ora y embiste, /cuando se digna usar la cabeza».

«La España de charanga y pandereta, /cerrado y sacristía, /devota de Frascuelo y de María» que tan bien describía Machado.

Mejor la socialdemocracia en el gobierno que el fascismo. Cuanto peor no es mejor, es peor.