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GOLPE DE ESTADO EN NÍGER

París minimiza su dependencia del uranio nigerino, pero vigila sus intereses

El golpe de Estado en Níger plantea al Estado francés el problema del suministro de uranio para la energía nuclear de la que es el principal defensor en la Unión Europea. Aunque ha diversificado el origen del combustible nuclear en los últimos años y tiene asegurado el abastecimiento a corto plazo, París -y la UE- siguen teniendo en Níger uno de sus principales proveedores.

(AFP)

El golpe militar en Níger, donde la empresa francesa Orano (antes Areva) explota minas de uranio, hace más apremiante para el Estado francés, principal adalid de la energía nuclear, el problema de las fuentes del suministro de este mineral imprescindible para el funcionamiento de las centrales atómicas. Se decía que una de cada tres bombillas que se encendían en el Estado francés funcionaba gracias al uranio nigerino.

Pero los operadores nucleares iniciaron hace años el proceso de diversificación de sus suministros y más aún desde que las potencias occidentales intentan cortar sus lazos con Rusia por la guerra de Ucrania. Un objetivo que no han podido lograr. Rusia sigue controlando gran parte del mercado. Cuenta con el 5% de la producción en minas y controla buena parte de los procesos de enriquecimiento y producción de barras y combustible final.

TRAS EL GOLPE DE ESTADO, EL PRESIDENTE FRANCÉS,

Emmanuel Macron, aseguró que París «no toleraría ningún ataque contra Francia y sus intereses» en este país, en el que un golpe militar derrocó al presidente Mohamed Bazoum la semana pasada.

En términos de «intereses» económicos, pocas empresas galas están presentes en Níger, colonia francesa hasta 1960, aparte del grupo Orano, que todavía explota una mina de uranio en el norte y participa en otros proyectos.

Orano, empresa especializada en el ciclo del combustible nuclear que emplea a unas 900 personas en el país, sigue muy de cerca la crisis, pero intenta lanzar un mensaje tranquilizador a su mercado. «La crisis actual no tiene un impacto a corto plazo en la capacidad de entrega de Orano a Francia y sus clientes internacionales», aseguró el lunes, relativizando su dependencia de Níger «gracias a una producción y proyectos en desarrollo en (... ) cuatro continentes». Al igual que el Gobierno francés, recuerda que Níger representa solo una pequeña parte de la producción mundial de uranio natural: un 5,1% muy por detrás de Kazajistán (43,4%), según cifras de 2022 de la Asociación Nuclear Mundial.

PERO NÍGER SIGUE SIENDO UN IMPORTANTE PROVEEDOR PARA EUROPA,

contribuyendo a la fabricación de combustible para unos 103 reactores en funcionamiento en 13 países europeos, 56 de los cuales están en el Estado francés.

El 62% de la producción de electricidad en el Estado francés tiene origen nuclear y París sigue apostando por impulsar esta energía. De hecho, es su principal defensor en el seno de la UE, donde reclama su papel como alternativa a los combustibles fósiles, a pesar de la tendencia global al cierre de centrales por su elevado coste. Así, en 2022, Níger fue el segundo mayor proveedor de uranio natural de la UE, con una participación del 25,38%, según la agencia de suministro Euratom.

Entre 2005 y 2020, Níger fue el tercer proveedor de uranio natural del Estado francés, con el 19% de sus suministros, por detrás de Kazajistán y Australia y por delante de Uzbekistán, según Euratom.

El operador nuclear francés EDF ha seguido durante diez años una estrategia de diversificación, orientándose «hacia países de Asia Central como Uzbekistán y Kazajistán y Australia», subraya Teva Meyer, investigadora civil nuclear de la Universidad de Alta Alsacia.

Según Alain Antil, director del centro África Subsahariana del Instituto Francés de Relaciones Internacionales, Níger «ya no es el socio estratégico de París como lo era en los años 60-70» en lo que respecta al uranio.

También el Ministerio francés de Exteriores trata de minimizar el peso de la producción nigerina y habla de suministros «extremadamente diversificados».

Más allá de la diversificación geográfica, el Ministerio francés de Transición Energética sostiene que EDF ha implementado «una gestión de inventario que abarca varios años y está desarrollando el reciclaje de combustible gastado». «Tenemos tres años de combustible enriquecido en nuestro territorio por lo que no hay riesgo de suministro», subraya también Nicolas Goldberg, experto en energía de Colombus Consulting. «El uranio no es un flujo ‘justo a tiempo’ (...) Entre el momento en que se extrae y el momento en que se usa en una central eléctrica pueden pasar años porque las etapas de transformación son numerosas», explica Meyer. Añade que el Estado francés, como Europa, también tiene «stocks estratégicos» para unos dos años de consumo.

«Ciertamente no habría crisis a corto plazo, es más difícil decirlo a largo plazo», observa Mycle Schneider, coordinador del Informe sobre el estado de la industria nuclear mundial.

«No hay riesgo de suministro en lo que a la UE se refiere. Los operadores de la UE tienen reservas suficientes de uranio natural para mitigar cualquier riesgo de suministro a corto plazo», coincide la Comisión Europea.

MIENTRAS EL URANIO DE NÍGER ALIMENTA LA ELECTRICIDAD FRANCESA,

el 89% de la población del país africano no tiene electricidad. El 70% del suministro depende de la vecina Nigeria, que ha comenzado a cortarlo y ahora amenaza con una intervención militar.

Además, situado sobre esta riqueza de uranio explotado por Estado francés, Canadá y China, Níger ocupa el antepenúltimo puesto (189) en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU, solo por delante de Chad y Sudán del Sur, con problemas de seguridad, pobreza, mortalidad infantil, inseguridad alimentaria y falta de industria.

El Gobierno nigerino obtiene parte del beneficio producido en los proyectos mineros mediante participaciones en las empresas que, además, llevan a cabo inversiones para recalcar su «labor social». Pero, aun así, el beneficio de las compañías internacionales es mucho mayor que el que se queda en el país. Hasta 2010 los ingresos de Areva (actual Orano) llegaban a duplicar el PIB de Níger.

El uranio se extrae cerca de las ciudades mineras gemelas de Arlit y Akokan, 900 km al noreste de la capital, Niamey, en la frontera sur del desierto del Sáhara.

Uno de los tres proyectos mineros está cerrado por la falta de rentabilidad debido a la caída del precio del uranio, a la vez que se preparan nuevas explotaciones con participación de Canadá y China.