EDITORIALA

Una legislatura para abrir vías y afianzar tendencias

El proceso negociador del nuevo Gobierno de Nafarroa ha sido demasiado tortuoso para los resultados de los comicios, los intereses de los diferentes sectores y las opciones reales que había. Todo el mundo entendía que la única alternativa era un Gobierno a tres con María Chivite al frente y que se acordaría sin mayores problemas. Sin embargo, en un principio, el adelanto electoral de Pedro Sánchez congeló el proceso y sirvió al PSN de excusa para no comprometerse con el mandato democrático, dejando en manos de la derecha importantes municipios, empezando por Iruñea. Tras el alivio general porque la derecha extrema perdía las elecciones en el Estado, las negociaciones tomaron un carácter cada vez más público que ha trasladado a la sociedad navarra las tensiones partidarias. En particular PSN y PNV se han empecinado en mostrarse duros y han transmitido un enfado que se suponía teatral, pero que ha terminado por preocupar a sus bases. Como se ha podido ver, para nada.

La víspera, una vez pergeñado el pacto, Uxue Barkos decía que «aquí han cedido todas las partes». Una vez presentado el “Acuerdo Programático para un Gobierno de Nafarroa progresista y plural, 2023-2027” que la propia Barkos, María Chivite y Begoña Alfaro firmaron ayer, es difícil discernir dónde ha estribado tanta complejidad y dónde se sitúa la «exigencia» que se demandaba la semana pasada. Los acuerdos son los esperables y las discrepancias, las conocidas. Eso sí, el reparto de cargos parece haber satisfecho a las partes. Las garantías de cumplimiento no dependen de lo escrito, sino del talento para la gestión de las presiones y las discrepancias.

Es un acuerdo razonable, teniendo en cuenta los protagonistas y la relación de fuerzas interna y externa. En su versión modesta, es un pacto correcto. Potencialmente, en una lectura más ambiciosa, tiene un carácter más estratégico y transformador. Y este es un punto clave. Este acuerdo solo es viable si se cuenta con EH Bildu. Sus bases decidirán ahora por votación su postura. Terminan las especulaciones y comienza una legislatura que puede afianzar tendencias y abrir nuevas sendas hacia la soberanía, la igualdad, la justicia y la libertad.