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SEÚL

EEUU y Corea del Sur ensayan la «guerra total» para ira de Pyongyang

EEUU y Corea del Sur iniciaron ayer unos amplios ejercicios militares en la península coreana tras la reciente cumbre trilateral de seguridad entre Seúl, Tokio y Washington. Pekín denunció la agresividad de la entente y Pyongyang respondió anunciando un nuevo test de misiles.

Kim Jong-un observa el lanzamiento de un misil desde un barco de la flota del mar del Este.
Kim Jong-un observa el lanzamiento de un misil desde un barco de la flota del mar del Este. (AFP)

Corea del Sur y EEUU dieron comienzo ayer a once días de ejercicios de «guerra total», los mayores de los últimos años, que podrían ser respondidos con un posible ensayo balístico norcoreano, según los expertos militares surcoreanos.

Estas maniobras se prolongarán hasta finales de mes e incluirán una treintena de simulacros bélicos a gran escala, superando a los de años anteriores. Contempla maniobras para acelerar la transición de las tropas a una situación de guerra, o la respuesta a la difusión de información falsa por parte de Corea del Norte «durante una contingencia».

También se llevará a cabo un simulacro civil a escala nacional mañana consistente en la activación de una sirena a las 14.00 hora local y durante veinte minutos, un plazo durante el que se ordenará a la población surcoreana que evacue a los refugios como preparación para un eventual ataque militar sobre el país.

La Inteligencia de Corea del Sur indicó que existe una alta probabilidad de que estos «preparativos» impliquen una nueva prueba balística, sin descartar que el proyectil sea un misil intercontinental.

Los ejercicios, que en ediciones anteriores han sido tachados por Pyongyang como un ensayo de invasión de su territorio, comenzaron el mismo día en el que los medios norcoreanos informaron de una visita del líder Kim Jong-un a un buque de guerra para supervisar un test de misiles de crucero. Kim inspeccionó la segunda flotilla de la Flota del Mar del Este, según la agencia de noticias oficial KCNA.

Decenas de personas protestaron en Seúl contra las maniobras y contra la «disuasión extendida» que impone EEUU a Corea del Sur, al considerar que alimenta las tensiones con Pyongyang y la escalada armamentística en la región.

Las maniobras llegan después de que el viernes se reunieran en Camp David los líderes del país anfitrión, Joe Biden, el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, y el presidente de Corea del Sur, el «halcón» Yoon Suk-yeol; una cumbre de la que salió un nuevo acuerdo de seguridad dirigido a profundizar la cooperación militar no sólo ante Pyongyang, sino también frente al auge militar de Pekín.

El acuerdo compromete ejercicios militares anuales conjuntos y un «teléfono rojo» para compartir información en situaciones de alerta.



China y el trío de Camp David

China acusa a EEUU, Japón y Corea del Sur de «difamar y atacar» al gigante asiático en el comunicado conjunto de los tres países en el que criticaban el comportamiento «peligroso» y «agresivo» de Pekín en las disputas en el mar de China Meridional.

Según el portavoz del Ministerio de Exteriores chino Wang Wengbin, el comunicado emitido en la reciente cumbre de Camp David «difamó y atacó a China sobre asuntos marítimos y relacionados con Taiwán». China culpa a los países firmantes de interferir en sus asuntos internos y de fomentar la discordia entre Pekín y sus vecinos, además de expresar su «fuerte descontento y firme oposición» a las acusaciones.

«La cuestión de Taiwán es puramente un asunto interno de China. Resolver la cuestión de Taiwán es asunto propio de China», insistió Wang en rueda de prensa.

La Cancillería instó a los países involucrados a respetar el principio de «una sola China» y a cesar su apoyo a los «separatistas taiwaneses que abogan por la independencia».

El comunicado final de Camp David usa un lenguaje duro para referirse a la actuación en el mar de China Meridional, región en la que se estima que se esconden 11.000 millones de barriles de petróleo y que China se disputa con Taiwán, Brunéi, Indonesia, Filipinas, Malasia y Vietnam.

También menciona el estrecho de Taiwán, isla cuya soberanía reclama China, y reafirma la importancia de que haya «paz» y «estabilidad» en esa zona, vital para el comercio internacional.

El Ejército Popular de Liberación (EPL, Ejército chino) realizó el pasado sábado ejercicios militares conjuntos de aire y mar alrededor de Taiwán. GARA